

Gaceta de La Solana
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Nuestra Historia
el concejal Juan Nieto rogaba a la Corporación que
“si existe
algún sobrante de fondos de décima, se invierta en arreglar
las entradas a la población por el lado del Humilladero, que
con ocasión de los últimos temporales están en malas con-
diciones.”
El 31 de mayo de 1949 publicó el diario Lanza la noticia de
la muerte de una yunta mulera por los efectos del rayo de una
tormenta. La reseña dice:
“El pasado miércoles, en el paraje
denominado “El Portugués”, un rayo mató a una yunta de
mulas, propiedad del vecino de esta localidad José Santos
Olmo. En lugar inmediato se encontraba otra, sin que sufrie-
ra el menor daño, así como tampoco los gañanes de ambas
que se habían refugiado bajo un olivo”.
El sábado se formó
una nueva tormenta que duró desde las 5 de la tarde hasta
las 11 de la noche, lloviendo torrencialmente y sucediéndose
los truenos y relámpagos sin interrupción. Durante ellos el
pararrayos de la casa de Teléfonos recogió una nueva chispa
eléctrica, aunque sin más consecuencias que el susto corres-
pondiente.
Años después recogemos de la prensa otra noticia de la
Agencia Cifra, aparecida en Lanza el 26 de junio de 1961 y
bajo el título:
“Un rayo mata a dos mulas y no causa daños
a las personas que estaban junto a ellas”.
En tan sólo dos
párrafos se da cuenta del suceso en los siguientes términos:
“un rayo mató a dos mulas en las afueras del pueblo, re-
sultando ilesos varios hombres que se encontraban cerca”.
“La tormenta, de gran aparato eléctrico, originó también un
fuerte pedrisco que ocasionó daños en los cultivos. El cielo
continúa cubierto, temiéndose nuevas tormentas”.
OVEJAS CARBONIZADAS
El 5 de septiembre de 1961, el diario Lanza ofrecía otra cró-
nica de sucesos por tormentas en La Solana. La Agencia Cifra
recogía esta noticia:
“Veinticinco ovejas quedaron carboni-
zadas por un rayo en las cercanías de esta localidad, duran-
te una fuerte tormenta con aparato eléctrico que descargó en
la comarca. La lluvia registrada fue de diez litros por metro
cuadrado y hubo momentos en que cayeron gruesos grani-
zos. El termómetro ha descendido hasta veinte grados.”
LA CAMPAÑA ‘ESPANTANUBES’
DE LAS HERMANAS MARTA Y MARÍA
Por aquellos años vivían en la calle Convento dos hermanas
solteras, Marta y María López de la Osa, que habitaban en
un viejo caserón manchego junto a su madre, conocida como
doña
Lorenza. Eran hermanas de
doña
Manolita, esposa del
maestro
don
Severino Fresno. Eran mujeres muy piadosas y
apodadas en la localidad como
“Las de gorra”.
En las tardes calurosas del verano, cuando aparecían las tor-
mentas que ocultaban el sol dejando casi en penumbra lo que an-
tes era un radiante día del estío, y antes de descargar el aguacero
Las tormentas estivales son a menudo temidas
Tormenta en plena noche de Santiago de 2012