

Gaceta de La Solana
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Educación
Ángel Sancho dirige un conjunto instrumental en el auditorio
Tres alumnas de danza en el festival fin de curso
E
l departamento de danza ha contado este curso con
125 alumnos, o más bien alumnas porque sólo hubo
dos niños matriculados. La sección lleva varios años
en un nivel de matriculación estabilizado. Superar las 120
matrículas es una cifra más que aceptable para un munici-
pio como La Solana y lo más importante es el nivel de fideli-
dad actual, bastante superior al de su hermana, la Escuela de
Música. La razón es lógica, según el director, Ángel Sancho
Moraga. “La danza no exige tanto sacrificio, por eso tiene
menos abandono”. Pero la inmensa mayoría no seguirán.
“Cuando adquieren nivel se largan el 99 por ciento de los
alumnos porque se dedicarán a otras cosas fuera de la ca-
rrera musical”.
La danza española tiene más tirón que la danza clásica.
Gusta más en líneas generales, aunque los alumnos se ma-
triculan también en clásica porque es perentorio para obte-
ner el título de grado elemental.
Ángel Sancho: ‘el nivel está bajando’
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El director de la EMMD cree que los niños tienen demasiadas actividades extraescolares, y eso afecta al rendimiento
E
l director de la Escuela de Músi-
ca y Danza, Ángel Sancho Mora-
ga, no es de los que se muerde la
lengua. Lleva muchos años al frente de
la institución y está contento con el re-
sultado general cada vez que acaba un
curso. La escuela tiene muchos alum-
nos (este año 421 y 296 en música) y la
fidelidad es moderadamente aceptable.
Eso sí, lamenta que este año no haya ha-
bido ningún alumno que se haya queri-
do presentar a las pruebas para Grado
Profesional.
Pero su preocupación no se acota en
un caso particular. Cree que “se está ba-
jando el nivel porque los alumnos tie-
nen muchas actividades extraescolares”.
Sancho admite que todas las disciplinas
son importantes, pero recalca que abar-
car tantas “puede ir en detrimento de
un mayor estudio en la música”. Basa su
argumento en el boletín final de notas al
término del curso, que exhiben un em-
peoramiento en términos globales. “Ahí
se refleja la recompensa al esfuerzo”,
recuerda. Quizás haga bueno el popu-
lar refrán: ‘Quien mucha abarca, poco
aprieta’.
Aclara que cada padre y madre está en
su derecho de enviar a sus hijos donde
quieran, pero se permite hacerles una
petición, “que sigan apostando por la
música”.
Magníficas instalaciones
No es poco que las instalaciones sí
están a una altura digna de las mejores
escuelas, incluso de muchos conserva-
torios. Ángel Sancho elogia el equipa-
miento actual de la escuela. “En danza
es un lujo; junto a la de música y mo-
vimiento y el aula magna para ensayos
de la Banda Municipal, el aula de danza
es perfecta, ya la quisieran muchos con-
servatorios”.
Más fidelidad en danza