Gaceta de La Solana
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Saluda del Alcalde
Q
ueridas vecinas, queridos vecinos:
No obstante, que a nadie le quede la
Ha pasado dos mil catorce. Y duda de que estamos poniendo todos
ha pasado también casi una le- los recursos disponibles en la dirección
gislatura entera. Cuatro años muy com- de solucionar el mayor número de pro-
plicados para nuestro país, para Casti- blemas posibles. Con lo que tenemos,
lla-La Mancha, para La Solana, para los estamos haciendo todo lo que pode-
solaneros y para este alcalde. Cuatro mos.
años en los que nos hemos tenido que Soy consciente de que es muy complica-
enfrentar juntos a situaciones impensa- do abstraerse de la necesidad presente
bles para el tiempo que nos ha tocado y, acaso, ser capaces de vislumbrar la
vivir. Pocos podían ser los conocedores alegría futura. Soy consciente de que
de que esta maldita crisis iba a tamba- intentamos sobrevivir al día que nos
lear los cimientos de los logros sociales ocupa y, acaso, no somos capaces de
conseguidos en las últimas décadas.
observar la puesta de sol en la distancia.
Pensábamos que ya era imposible retro- Por supuesto que soy consciente. Sin
ceder a un pasado que parecía olvidado. embargo, os pido fortaleza y confianza
Sin embargo, no dejo de ver cada día en en nosotros mismos. En otra ocasión os
la alcaldía situaciones que me conmueven pedí paciencia y confianza y el tiempo
en lo más profundo de mi convicción.
nos ha demostrado que hemos sido ca-
Nos estamos enfrentando a infinidad de paces de sobreponernos a las dificulta-
problemas. Estamos sufriendo juntos y des juntos.
en silencio. Intentamos dar respuestas a Si de algo me siento plenamente orgu-
las necesidades de las familias y de los lloso, es de pertenecer a un pueblo en
ciudadanos, y os puedo asegurar -quie- el que los distintos colectivos no habéis
ro ser sincero como siempre he intenta- dejado ni un instante de dar la cara y de
do serlo- que no siempre hemos estado participar abiertamente en el día a día
a la altura de las circunstancias que nos del municipio. Rezo cada instante por-
demandabais. No porque no hayamos que el año que ha de venir sea mejor que
querido, sino porque en multitud de los anteriores. Tengo toda la confianza
ocasiones no hemos podido.
en nosotros y en nuestras posibilida-
des. Vivimos en un pueblo magnífico,
integrador, inclusivo, solidario como
pocos, participativo, esforzado y traba-
jador. Por eso no puedo dejar de pensar
que mi amor a La Solana, que vuestro
amor a La Solana, nos ha de guiar por
el camino de la esperanza y del futuro, a
pesar de los problemas.
Hace más de dos mil años, una estrella
fue capaz de iluminar y de guiar a los
Magos y a los pastores hasta Belén. Una
estrella plena de luz y de esperanza para
la sociedad de entonces.
Hace más de dos mil años, aquella es-
trella se posó en un portal de Belén para
alumbrar el nacimiento de Jesús.
Aquella estrella continúa presente entre
nosotros. Y quiere iluminar el camino
que hemos de seguir cada mañana.
En el camino, el sufrimiento es parte in-
disoluble de nuestra existencia. Como
lo fue de la existencia de Jesús. No po-
demos concebir de otra manera nuestro
paso por la vida. Pero el sufrimiento
nos hace más fuertes, más coherentes,
más responsables y más solidarios.
Cada día intento entender la responsa-
bilidad que el destino pone ante noso-
tros. Nuestra responsabilidad ahora es
continuar caminando juntos el camino
que nos toca andar, no permitiendo que
nadie se quede rezagado; socorriendo a
quien nos necesita; esforzándonos por
los nuestros y por los demás; protegién-
donos los unos a los otros; persiguiendo
la estrella que brilla intensamente para
guiarnos en la oscuridad.
Termina dos mil catorce y no puedo de-
jar de agradecer vuestro compromiso y
vuestro esfuerzo. En estas fechas quie-
ro recordar a los que se nos han ido y
tanto les debemos; y a quienes nos han
venido y por quienes tanto tenemos que
luchar.
En 2015 volveremos a enfrentarnos jun-
tos a nuevos retos, a nuevos problemas,
a esperanzas renovadas y a nuevas ilu-
siones. Pero en tanto llega, vivamos la
Navidad pensando que somos un único
sentimiento compartido de paz, amor y
solidaridad.
El año se precipita inevitablemente ha-
cia el final del calendario. Detenerlo es
imposible. El nuevo año nos aguarda
con la expectativa de lo desconocido.
¡Vivámoslo todos juntos intensamente!
Un fuerte abrazo.
Luis Díaz-Cacho Campillo
Alcalde de La Solana