GACETA DE LA SOLANA Nº247 - page 39

Gaceta de La Solana
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Cartas al Director
• La familia de
Israel Padilla Torrijos
, fallecido el pasado 19
de agosto, quiere dar las gracias a las numerosas personas
que mostraron sus condolencias, tanto durante el duelo
como en el funeral, y también quienes lo hicieron después.
• La familia de
José Sánchez Manzano
, que falleció el pasa-
do 4 de agosto, desea expresar su gratitud a tantos amigos
y conocidos que nos acompañaron en este difícil momen-
to. Muchas gracias a todos.
• La familia de
José Candelas Mateos de la Higuera
, falle-
cido el 17 de julio, aprecia sinceramente que hayan estado
cerca en estos momentos tan tristes. Su apoyo nos ha ayu-
dado a sobrellevar el dolor.
AGRADECIMIENTOS
NO SABE, NO CONTESTA
A
lo largo de esta legislatura, un
pleno tras otro y a preguntas
de la oposición, el alcalde suele
responder con evasivas como: no estaba
enterado, en esa época no era alcalde,
preguntaré a los “jurídicos”, no sé de
qué me hablan, saben más que yo de
este asunto etc. Cuanto más importan-
te es el tema, menor es su información;
cuanto más escabroso o conflictivo, ma-
yor es su sorpresa, y mayor su descono-
cimiento. Así se ha comportado cuando
le han preguntado por la apertura del
centro de salud, el futuro del polígono,
las naves nido, los contratos de ciertos
servicios profesionales adjudicados de
forma “rarita”, obras mal ó no ejecu-
tadas y aún así recepcionadas, expe-
dientes incompletos, desaparecidos,
“toques” de atención a funcionarios,
ascensores sin funcionar pero con man-
tenimiento... Me recuerda a aquel señor
que le decía insistentemente a su madre:
“mama, mama, no quiero ir al colegio”.
A lo que le respondió, “hijo, tienes que
ir por tres razones: son las doce de la
mañana, tienes cuarenta años, y eres el
director. El alcalde no puede dejar de
responder a la información y aclara-
ciones que le demandan los concejales,
también por tres razones: lleva más de
tres años presidiendo los plenos, más de
veinte en política y es el alcalde.
Cuando un profesional asume la ges-
tión de una empresa tan importante
como un Ayuntamiento, se hace cargo
de lo bueno y lo malo, lo conocido y
lo desconocido. Para gestionar bien es
fundamental tener información: la que
“este alcalde” tenía al llegar por segun-
da vez al Ayuntamiento, la que adquiere
día tras día y la que le proporcionan sus
veteranos compañeros de partido. Estas
tres formas de adquirir información
forman parte de su responsabilidad, y
si cualquier concejal dispone de más
información sobre los asuntos del mu-
nicipio que el propio alcalde, es licito
tener dudas sobre la eficacia de su ges-
tión o “ignorancia informativa”. Él, que
se vanagloria tanto de gestionar con la
transparencia de quien tiene bolsillos
de cristal, olvida que para ver lo que hay
al otro lado del bolsillo-cristal, los cris-
tales deben estar limpios. De no ser así,
el vidrio es tan opaco como el cemento
de los bunker. La transparencia exclusi-
vamente dialéctica es más una cortina
de humo que una higiénica realidad.
Para poder limpiar los cristales hace fal-
ta estar bien informado de las manchas
y querer hacer limpieza. Y a la vista de
los hechos, entre nuestro alcalde y el
“Don Limpio” de los anuncios, media
un abismo. Lo de los “cienes y cienes”
de llamadas, faxes y cartas, lo dejo para
otro día.*
J
uan
J
osé
V
elacoracho
B
riones
Disculpa y aclaración
A
ntes que nada, quiero discul-
parme ante la Corporación
Municipal y ante todos los
solaneros que siguieron la retransmi-
sión del pleno del 5 de agosto. Soy el
vecino que en el turno de preguntas
que el alcalde permite hacer, coprota-
gonizó unos hechos que deseo aclarar.
No trato de justificarme, sólo explicar
las razones que me llevaron a reaccio-
nar así.
Pretendía hacer ver al Pleno que se
había incumplido el pliego de condi-
ciones para la adjudicación de la plaza
de toros en la pasada feria y nuestros
responsables públicos debían ser in-
formados. Si el alcalde o el concejal
de festejos desconocían el alcance de
alguna cláusula y las obligaciones que
contraía el adjudicatario, es su respon-
sabilidad afrontar las consecuencias,
y su obligación escuchar con respeto a
todo ciudadano que se lo haga saber.
Respeto que sí guardaron al principio
y se saltaron “a la torera” demasiado
pronto.
Más allá del criterio del alcalde para
considerar una profesión como más o
menos relevante (todas son tan dignas
como la suya) demostró un desconoci-
miento total de las categorías profesio-
nales del toreo y quizá por ello las con-
diciones que firmó fueron incumplidas.
Así se lo quise hacer saber al Pleno.
También quería defender mi derecho
a trabajar en mi profesión para lograr
unos ingresos que me permitan sacar
adelante a mi familia. Ese derecho fue
vulnerado.
Inicié mi exposición de forma correc-
ta, solicité aclaraciones y todo trans-
curría de forma adecuada. Perdí la co-
rrección y me exalté cuando el alcalde
y algún que otro concejal intentaron
ridiculizarme. Me sentí ofendido y,
en defensa de mi dignidad, hice algún
comentario poco apropiado. Me dolió
ver que concejales que han visto pasar
asuntos de mucha trascendencia sin
decir “ni pío”, de pronto se transfor-
maran para intentar ridiculizar a un
vecino de su pueblo que sólo quiere
trabajar en su profesión y defender sus
derechos.
Considero que todos estamos obli-
gados a respetar a los demás, alcalde
y concejales incluidos. Pero ellos, ade-
más, deben cumplir y hacer cumplir
las normas que elaboran, y dar ejem-
plo de respeto y corrección ante todos
los vecinos que representan.
Vicente Moreno Comendador
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