Background Image
Table of Contents Table of Contents
Previous Page  101 / 116 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 101 / 116 Next Page
Page Background

Gaceta de La Solana

101

Nuestra Historia

UN INCENDIO DE GRAVES

CONSECUENCIAS

Pasó la feria y a los pocos aconteció

en La Solana el suceso del año 1935, el

fuego de las eras de Santa Ana. Un in-

cendio que tuvo graves consecuencias

económicas para muchas familias sola-

neras y provocó la condena de una per-

sona que, posteriormente, se demostró

que no era autor de los hechos.

El diario El Pueblo Manchego, en su

edición del viernes 2 de agosto, titulaba

a toda página:

“250.000 PESETAS DE

PÉRDIDAS EN LA SOLANA”.

Otros

titulares añadían más datos sobre el su-

ceso: “

UN KILÓMTERO DE LÍNEA DE

FUEGO”; “MÁS DE DIEZ MIL FANE-

GAS DE TRIGO DESTRUIDAS”.

Esos titulares hablan por sí solos, aun-

que la información añade más datos:

cían ascender las pérdidas a la mitad

de la cosecha y en el pueblo reinaba

gran consternación. Confirmados los

rumores, se dispuso la salida para La

Solana de una compañía de la Guar-

dia de Asalto, mandada por el tenien-

te Candelas. La Guardia Civil dio las

órdenes oportunas a los puestos de

la línea. Entre tanto, el Gobernador,

Alejandro Pérez Moya, y otras autori-

dades junto a un redactor de El Pue-

blo Manchego, partían para La Sola-

na. La descripción del periodista fue

la siguiente:

“Algunos kilómetros antes de la llega-

da a La Solana, el resplandor de las

llamas manifestaba la cuantía de la

catástrofe. Una vez en el pueblo, pudo

distinguirse la zona incendiada que

abarcaba una línea de más de un ki-

lómetro por una anchura de cincuenta

metros. El incendio afectaba a las eras

donde se hallaba casi toda la cosecha.

El aspecto que ofrecían las llamas dise-

minadas en numerosos focos, algunos

de los cuales se desarrollaban con gran

virulencia, era verdaderamente cons-

ternador”.

LAS CAUSAS DEL INCENDIO

El Pueblo Manchego informó que

“en

los medios enterados se indica que pa-

rece ser fue motivado por una punta

de cigarro. El viento que durante el día

sopló con insistencia dio lugar a que se

desarrollara con gran rapidez”.

Era la

primera versión, publicada al día si-

guiente. Según el periódico,

“El fuego

comenzó en la era propiedad de Fran-

cisco Arroyo Chacón. Tenía unos carros

cargados de mies Julián del Olmo, co-

nocido por el apodo de Matamuertos.

Según los prácticos, la cuantía de lo

incendiado supera las DIEZ MIL FA-

NEGAS, con un valor de más de DOS-

CIENTAS VEINTICINCO MIL PESE-

TAS ya que se han destruido aperos e

instrumental de labranza. Los daños

afectan a numerosísimas familias hu-

mildes modestas y pequeños propie-

tarios. Excepto dos o tres, nadie tenía

asegurada la cosecha. Los interesados

a quienes más afectan las pérdidas son

Francisco Arroyo Chacón, Francisco

Luna, Marcos Santos Olmo, Juan Eu-

sebio Peinado, Jesús Sevilla, Viuda de

Miguel Alhambra, Francisco Romero,

José Manzano, Gabriel Mateos, Anto-

nio Serrano Izquierdo, José Pérez Ma-

rín, Antonio Pérez y Adrián Salcedo”.

Las autoridades comenzaron a redac-

tar las diligencias

“a pesar de la creen-

cia de que el hecho no ha sido inten-

cionado”.

En otro párrafo curioso se

decía:

“Han circulado rumores acerca

de un joven al que se vio por los alre-

dedores y de algunos relacionados con

el día rojo”.

EL PÁJARO INCENDIARIO

El causante del incendio se declaró au-

tor al finalizar la guerra, antes de ser fu-

silado por otras causas. Su apodo era

“El

Cojo”

y en su declaración refería cómo

provocó el fuego. La teoría de la colilla

y otras causas posibles eran poco creí-

bles. Según hemos podido conocer, el

declarante señaló que

“situado desde

la parte de la travesía de la calle Santa

Ana con la carretera, lugar estratégico

en el que se contemplan todas las eras

de Santa Ana hasta La Moheda, porta-

ba en sus manos un pájaro. A las patas

le ató unos cordelillos en cuyo extremo

llevaban, igualmente atados, unos al-

godones que empapó en alcohol y a los

que prendió fuego. El pajarillo voló has-

ta que notó que algo le quemaba. De-

bió posarse sobre una hacina de mies,

justo al lado de donde posteriormente

se ubicó la actual entrada al campo de

La Moheda, que entonces no existía.

El efecto fue el de un rápido incendio,

que hizo volar al pájaro a otra hacina,

y luego a otra, intentando escapar de

las llamas mientras provocaba el más

grande de los incendios de la historia

de La Solana”.

Según la nota que se facilitó

a la prensa, los rumores

hacían ascender las pérdidas

a la mitad de la cosecha y

en el pueblo reinaba gran

consternación

Su apodo era “El Cojo” y en

su declaración refería cómo

provocó el fuego. La teoría

de la colilla y otras causas

posibles eran poco creíbles

“Ayer se produjo en el pueblo de La So-

lana un violento incendio destruyendo

gran parte de la cosecha y cuyas pérdi-

das se calculan en más de doscientas

cincuenta mil pesetas. Hasta ahora se

ignoran las causas del siniestro, aunque

al parecer éste no ha sido intencionado”.

Seguidamente, el rotativo señala que

las primeras noticias del incendio

llegaron al Gobierno Civil de Ciudad

Real sobre las 4 de la tarde. Cuenta

que, en primer lugar, se le daba poca

importancia al hecho,

“creyendo en el

Gobierno que se trataba de un peque-

ño incendio sin mayor trascendencia”.

Pese a ello, se solicitó a la Jefatura de

Obras Públicas unos tanques para su

extinción, así como otro tanque del

Servicio de Incendio de la capital, que

se dirigieron al lugar de los hechos,

sin que hasta las 7 de la tarde se vol-

viera a tener mas conocimiento de lo

acontecido,

“a esa hora, y por conducto

oficioso, llegó al Gobierno la noticia de

que el siniestro había adquirido propor-

ciones alarmantes”.

Según la nota que

se facilitó a la prensa, los rumores ha-

Luego llegó la petición de ayuda al

Gobierno de la República, con visi-

ta al propio presidente, Alejandro

Lerroux, la condena de un inocen-

te y el ofrecimiento de ayudas a los

damnificados. Para los interesados

en conocer más datos, los remito al

libro

“La Segunda República en La So-

lana-1933-36- II- Del bienio negro al

pórtico de la guerra”.*