GACETA DE LA SOLANA 309
Gaceta de La Solana 90 Nuestra historia C arlos F ernández -P acheco S ánchez -G il y C oncepción M oya G arcía A finales de 1570, cuando estaba a punto de alcanzar los dos años, la rebelión de las Alpujarras fue aplastada, quedando sólo algunos reductos aislados. Con el objeto de im- pedir nuevos levantamientos, se deci- dió repartir a los moriscos granadinos por todo el territorio, dispersándolos entre la masa de cristianos del reino, con lo que el problema se diluiría. De los 150.000 moriscos, aproximadamen- te la mitad de la población del reino de Granada, unos 20.000 murieron o fue- ron hechos prisioneros y convertidos en esclavos, y del resto entre ochenta y cien mil fueron expulsados de sus casas y re- partidos por el país, en otras comarcas andaluzas, pero sobre todo en La Man- cha, Castilla, Extremadura y Galicia. La dispersión de los moriscos por toda la Península fue un largo proceso que comenzó en1569, unosmesesdespués del inicio de la rebelión y se extendió hasta1571. Una parte de ellos acabó en La Mancha, de los cuales varios miles se asentaron en el Campo de Montiel. En junio de 1569 comenzaron las deportaciones, siendo denominadas las primeras como de “paces”, al ser aparentemente voluntarias, buscando alejarlos de las zonas de combate hacia otras más seguras y pacíficas, aunque en realidad no estarían exentos de pre- siones. Este fue el primer paso de una estudiada política de dispersión, con el objetivo de acabar con un problema que se estaba alargando en el tiempo, y aca- bó estallando en las manos a las autori- dades de la zona. Una parte de dichos moriscos se asentaron en Albacete 1 , mientras que unos 3.500 se repartieron entre varias poblaciones manchegas, como Ciudad Real, Almagro, Valdepe- ñas, Villamanrique y el Castellar 2 . Los de las comarcas de Guadix, Baza y el río de Almanzora, fueron llevados al reino de Toledo, y a los campos de Calatrava, Montiel y San Juan. Se agruparon en el valle de Lacrín y laVega, donde los en- tregaron a los capitanes que los debían trasladar, Francisco de Zapata y Luís de Córdoba, organizándolos en columnas de mil quinientas personas, custodiada cada una de ellas, por doscientos solda- dos de infantería, veinte de caballería y un comisario 3 . En marzo de 1570 se formaron tres columnas compuestas, en su mayor par- te, por mujeres y niños, ya que muchos hombres se encontraban peleando en las montañas alpujarreñas. Tras reunirlos, el día 19 fueron concentrados en el hospi- tal Real de Granada, a los que se agrega- ron otras personas recogidas en Otura, Uxixar yChurriana. La primera columna, reunida en Churriana, se dirigió escolta- da a varias poblaciones de Jaén y de La Mancha, entre ellas Castellar, Villaman- rique, Valdepeñas, Almagro y Ciudad Real, donde se entregaron a los justicias, y quedaron allí de moradores. La tercera columna se desplazó hasta Torre de Juan Abad, donde los trasfirieron al goberna- dor del Campo de Montiel, « para que los repartiese en aquellos lugares » 4 . Sin embargo, fue a partir de octubre- de1570, al estar la rebelión llegando a su fin, cuando se produjeron las deporta- ciones masivas de familias asentadas en las zonas más conflictivas, con el objeto de privar a los últimos insurrectos del apoyo popular. Tras un duro y sangran- te traslado, llegaron a sus destinos en La Mancha en diciembre de 1570 y ene- ro de 1571, recalando en el Campo de Montiel sólo en diciembre de 1570, un total de 1.425 moriscos. A ellos habría que sumar una cantidad indeterminada entre enero y abril de 1571, de la que no se poseen datos específicos, pero que si hacemos una comparación con otras comarcas que sí los tienen, sería al me- nos similar o incluso superior a la an- terior, y otros 1.318 que llegaron entre abril y julio de dicho año. Para conocer el número total de mo- riscos asentados en el Campo de Mon- tiel entre los años 1569 y 1571, se carece de datos completos, por lo que sólo se puede obtener un número aproxima- do, recurriendo a las informaciones facilitadas en las Relaciones de Felipe II, completadas con las obtenidas en al- La Solana en la guerra de las Alpujarras y la dispersión de los moriscos granadinos (II) El fin de la guerra y su impacto demográfico en el Campo de Montiel (Extracto del artículo publicado en el número 8 de la Revista de Estudios del Campo de Montiel) Deportación de los moriscos de Granada. 1. SANTAMARÍA CONDE, A: “Albacete y los moriscos en el siglo XVI: dos expediciones de moriscos granadinos de paz” en Al-Basit: Revista de estudios albacetenses nº 9 . Albacete, 1981, pp. 39-48. 2. LAPEYRE, H: Geografía de la España morisca. Diputación de Valencia. Valencia, 1986, p. 147. 3. MARMOL Y CARVAJAL, L.: Historia de la rebelión y castigo de los moriscos del Reino de Granada, Tomo II. Imprenta de Sancha. Madrid, 1707, pp. 438 y 441. 4. MARMOL Y CARVAJAL, L.: Op. cit., pp. 290-291.
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