GACETA DE LA SOLANA 309
Gaceta de La Solana 52 Agricultura A urelio M aroto “ Trabajar un poco más y ganar un poco menos”. Es el mantra de los ganaderos de La Solana, acostum- brados a vivir en una especie de crisis permanente. Antonio Peña, presidente de la Asociación de Defensa Sanitaria (ADS), suele pronunciar esa frase cada vez que lo entrevistamos. Pero sobrevi- ven a pesar de todo y nuestra localidad tiene unas 28.000 cabezas de ganado ovino a día de hoy. La situación de las explotaciones mejoró bastante a prin- cipios del pasado verano, cuando el precio de la leche subió y se pagó a 34 pesetas el litro (con DO). Es la principal fuente de ingresos de las explotaciones. Pero llegó agosto y el precio comenzó a bajar de nuevo. “Si me preguntan en julio hubiera dicho que esto va viento en popa porque nunca habíamos cobra- do la leche tan cara, pero la alegría dura poco en la casa del pobre”, se lamenta. En efecto, el precio ha caído entre un 15 y un 20 por ciento, incluso hay pers- pectivas de que baje un poco más. “Nos vamos a quedar como hace cuatro o cin- co años”. “Siempre decimos lo mismo, pero es la verdad”. Para colmo, Donald Trump ha vuelto a la Casa Blanca y no es cosa de broma. “Ahora tenemos el mie- do en el cuerpo con los posibles aran- celes que puedan ponernos en Estados Unidos”. “Seguramente van a subirlos otra vez para el queso con Denomina- ción de Origen y los queseros tienen que pagarlos. Se habla de hasta un 25 por ciento, así que lo más probable es que re- percutirá en nosotros, los ganaderos, que siempre somos los de la cabeza gorda”. La identificación electrónica. El censo ganadero había que hacer- lo a principios de año, informando de los animales mayores de cuatro meses, pero a partir ahora hay que declarar los que hay sin identificar de cero a cuatro meses y declarar las pérdidas que se produzcan por fallecimiento y darles de baja en la unidad ganadera virtual. To- davía hay una costumbre muy extendida de no informar sobre esas bajas, pero se arriesgan a que una inspección detecte que no hay coincidencia entre las cabezas que tienes, el libro de registro y la unidad virtual. “Si no coinciden, los palos van al bolsillo”, recuerda el presidente. Habituados a una vida en el campo, la mayoría de los ganaderos tienen poco manejo de la tecnología, pero no les queda otra que adaptarse. La burocracia crece el papeleo online ya es una constante. “Tene- mos que estar con el ordenador constan- temente y tenemos que ser casi gestores”. “Después de echar catorce horas con los animales tienes que echar algunas más en el ordenador”. Sin embargo, hay pocos sectores más resilientes que el agropecua- rio. La Solana es un buen ejemplo de ello. “Siempre somos los de la cabeza gorda” El sector ganadero de La Solana intenta adaptarse a una mezcla de crisis permanente y mayores exigencias de bienestar animal Antonio Peña -con chaqueta azul- dirige la ADS de los ganaderos.
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