LaSolana_N303_Diciembre2023

Gaceta de La Solana 87 Colaboraciones confió a Santos. Y es de suponer que, en nuestros orígenes ganaderos como pue- blo afecto a La Mesta, este plato sería condumio cabal entre los pastores que recorrían con su grey el entramado de galianas, veredas y cordeles regidos por la Cañada Oriental Soriana y, a tiro de pie- dra, de la competidora urdimbre serrana abarcada por la Cañada Real Conquense, aledañas ambas a la incardinación geo- gráfica de nuestro pueblo. Uno, que en esto del saber de ovejas tiene por mentor a José Araque, opina que el paso de tanto rebaño ovino debió fijarnos carácter, y si de muestra vale un botón, diré que algo de pastor tengo, por- que recuerdo con simpatía, que siendo yo un caballerete de casi seis años, vi como mis vecinos hacían -con fajas y encellas de pleita- su buen queso. También asistí, más que atónito, al esquileo de sus ovejas; y participé, con jaleo chiquilleril y cobijado por las mujeres de mi familia paterna, en el lavado y secado de vellones de lana -para relleno de algún feliz colchón de boda- en la huerta con noria que Paquito Jarava tenía -un oasis de agua y arboleda- en el entorno del Humilladero. En fin que, salvo por lo párvulo de mis escritos y el siglo y medio que nos sepa- ra, mis evocaciones de La Solana cada vez se allegan más, por lo nostálgico, a la obra caudal de Mesonero Romanos sobre Madrid; y es que ambas son: “Memorias de un setentón”. Jesús Velacoracho Jareño Vilafranca del Penedès Sartén con una caldereta de cordero manchego cocinado en la lumbre.

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