LaSolana_N303_Diciembre2023

Gaceta de La Solana 78 Colaboraciones U na de las mejores señas de identidad de nuestra tierra son los alimentos que ofrecen nuestros agricultores y ganaderos. Castilla-La Mancha es un territorio muy rural, con un peso extraor- dinario del sector agroalimentario en la riqueza regional. Hoy, ya representa más del 18% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad Autónoma, el porcentaje más alto de toda España. En estos últimos ocho años en los que he tenido el honor de dirigir la Consejería de Agricultura, el peso del sector ha pasado de ser el 12% en 2015 al citado 18% en la actualidad. Y ello, a pesar de las extraordinarias dificul- tades sufridas por el conjunto de la socie- dad, que también han complicado mucho la actividad de nuestro sector: pandemia, sequías, daños por el temporal Filomena o los efectos terribles de la guerra en Ucra- nia en la subida de los combustibles o los medios de producción. Es difícil encontrar un sector más resiliente. En nuestra región, más de 160.000 castellanomanchegos son socios de alguna cooperativa agroalimen- taria, hay cerca de 100.000 perceptores de la PAC y unos 130.000 propietarios de terrenos agrícolas o ganaderos. Eso, con poco más de 2 millones de habitantes. Esta enorme actividad agraria ha hecho posible, con la ayuda de la transforma- ción de las materias primas procedentes del campo en las industrias particulares o cooperativas instaladas en nuestros pue- blos, el mantenimiento de la población en el medio rural. Allí donde existe un potente sector agroalimentario, con cultivos socia- les como el viñedo o el olivar, o las pro- ducciones hortícolas más representativas como el ajo, la cebolla, el melón o la san- día, se encuentra un medio rural más vivo y, por supuesto, con más futuro. El ejemplo de la comarca de La Mancha es muy signi- ficativo. Cerca de uno de cada tres caste- llanomanchegos vive en nuestra comarca, donde se encuentran las denominadas ‘agrociudades’, con poblaciones entre los 10.000 y 40.000 habitantes, que generan actividad y empleo en toda la comarca. En ningún lugar de nuestro país es posible en- contrar un ejemplo más claro de desarro- llo endógeno, no dependiente de ninguna capital de provincia, como en La Mancha. La Solana forma parte de este contex- to. Es un pueblo muy agrario, con más de 500 agricultores a titulo principal -que in- gresan al menos el 50% de su renta de la actividad agraria- y cerca de 1.700 per- ceptores de la PAC. Cuenta con una indus- tria vitivinícola, del aceite, quesera o cárni- ca de vanguardia y que lleva los productos de nuestro pueblo a muchos rincones del mundo. El queso manchego, el cordero de la IGP, los vinos de la DO La Mancha o los excelentes productos ecológicos, nos ha- cen líderes en producciones de calidad. Se ha avanzado mucho en los últimos años en la profesionalización del sector, mejorando las estructuras de las explota- ciones agrarias y de las empresas de trans- formación, se ha producido un importante relevo generacional -más de 100 jóvenes incorporados desde 2016 sólo en La Sola- na- y ha aumentado exponencialmente la participación de las mujeres en los ámbitos de decisión en las empresas del sector. Pero quedan retos por delante. Cito dos que me parecen capitales para que nuestro medio rural siga teniendo futuro. En primer lugar, el acceso al agua para la agricultura y la ganadería, para la indus- tria agroalimentaria y para la población rural en su conjunto. Por eso es tan im- portante la reciente apertura del sistema de abastecimiento a la llanura manche- ga, que permite acceder a agua del Tajo, superficial, de gran calidad y con total garantía de suministro, para consumo de boca, incluido su uso para la industria agroalimentaria, en 15 pueblos de la co- marca. Es prioritario seguir trabajando en políticas de agua para el desarrollo rural y en la mejora del regadío. Y el segundo reto, proteger y apoyar a la agricultura y ganadería familiares de nuestra tierra. Nuestro modelo de explota- ción es familiar, el modelo sostenible que ha permitido el crecimiento de nuestros pueblos y agrociudades. En Castilla-La Mancha, es prioritario desarrollar la Ley de Agricultura Familiar. Estoy seguro de que el sector agroali- mentario seguirá siendo nuestra bandera y que nada nos seguirá haciendo sentir más orgullosos que los productos que llevan nuestro campo, que es, sin duda, en La Mancha, como llevar nuestra alma, a todos los rincones del mundo. Francisco Martínez Arroyo El sector agroalimentario como bandera Francisco Martínez Arroyo fue consejero de Agricultura entre 2015 y 2023.

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