LaSolana_N303_Diciembre2023

Gaceta de La Solana 72 Nuestra historia P aulino S ánchez D elgado (C ronista O ficial de la V illa ) D esde el mismo nacimiento del cine era habitual que las figuras que destacaban en el mundo de la canción o de los toros aparecieran en las pantallas. Un reclamo para que sus seguidores pudieran contemplar a los ídolos que escuchaban en la radio y ver a los toreros en alguna corrida televisa- da. Pero su presencia en las salas de los cines llevó a poder admirarlos en pelí- culas que, en su mayor parte, contaban con escaso argumento y llevaba a los espectadores a la lágrima fácil. Es curioso que, haciendo un re- paso por los datos encontrados en el Archivo Municipal de La Solana, la ma- yor parte de esas películas solo estaban autorizadas para mayores de 16 años, incluso alguna en la que actuaba el to- rero de moda, El Cordobés se calificaba para mayores de 18 años. ANTONIO MOLINA Entre los grandes intérpretes de la canción española, fue Antonio Mo- lina uno de las que más garra tuvo en los años 60 para los aficionados a este género. Las canciones sonaban en los programas de discos dedicados que emitían las emisoras de radio. Pero esa popularidad llegó a los seguidores a través de las pantallas de cine. La ma- yor parte contaban con una trama que, como la vida de entonces, reflejaba la tragedia de sus intérpretes. CAFÉ DE CHINITAS Mucho éxito tuvo la película Café de chinitas, que giraba en torno al mítico local del mismo nombre. Una película que contó con la participación de dos figuras del cante como fueron –y lo siguen siendo aún después de fallecer- Antonio Molina y Rafael Farina. Na- rra la vida de dos cantaores que tienen duros enfrentamientos, incluso físicos. Fue proyectada el 11 de noviembre de 1961 en el Cine Moderno y el 16 de junio de 1963, dos años después, en la misma sala. No quiere decir que se pro- yectara tan solo un día, sino que en la fi- cha de programación que se entregaba a los encargados de la censura municipal, a menudo solo se indicaba una fecha. En ambos casos estaba calificada para mayores de 16 años. El CRISTO DE LOS FAROLES La película y la canción El Cristo de los Faroles toma el nombre de una po- pular plaza cordobesa y cuenta la his- toria en torno a la muerte de un niño, hijo del protagonista, al que su padre le canta con el dolor de su pérdida. En aquellos primeros años de la década de los 60 se proyectó en la pantalla de verano del Cine Terraza del Moderno, concretamente el 1 de julio de 1962. Y según la calificación moral solo podían contemplarla los mayores de 16 años. Un mes después, el 1 de agosto, se proyectó en la misma pantalla la película La hija de Juan Simón, asimismo reco- mendada para mayores de 16 años. Otro melodrama donde es protagonista la hija de quien da nombre a la película, Juan Simón, que como dice la copla “Era Si- món en el pueblo el único enterrador ”, por lo que tuvo que enterrar a su propia hija. LOLA FLORES Una de la canciones que más popu- laridad dio a Lola Flores fue María de la O, que también se llevó a la pantalla con el mismo título. Es la vida de una gitana que deja a los suyos por un payo rico , con la tragedia que ello conllevaba en ese mundo y que tan bien narra el estri- billo cuando indica: “…que desgraciaita gitana tú eres, teniéndolo tó…”. Aun- que la película ya se había proyectado con anterioridad, volvió de nuevo a la del Cine Terraza del Moderno el 31 de agosto de 1962. Y unos meses después, el 7 de marzo de 1963, se proyectó en el Cine Moderno. En ambas ocasiones se autorizó para mayores de 16 años. SARA MONTIEL La manchega Sara Montiel, criptanen- se de nacimiento y de abuela solanera, se hizo famosa con la película El último cu- plé. Un título que dio paso a numerosas películas de parecido estilo en torno a ese género que hizo furor en las primeras dé- cadas del siglo XX. Varios de esos títulos se proyectaron en los cines solaneros en aquellos años 60. El Cine Cervantes ofre- ció a los seguidores de ‘la Montiel’ el 22 de octubre de 1960 La Violetera, anunciada para mayores de 16 años. Por su parte, el Cine Moderno proyectó en los años si- guientes tres títulos más de Saritísima. El 8 de septiembre de 1963 lo hizo con Car- men la de Ronda y el 15 de diciembre del mismo año La Bella Lola, mientras que el 26 de enero de 1964 se pudo contemplar, por primera vez, La Reina del Chantecler, que gira en torno al mundo del cuplé, con una Sara Montiel que da vida a la Bella Charito. Historia con intriga, en plena Pri- mera Guerra Mundial, en la que incluso aparece la popular espía Mata Hari. La calificación moral de las tres películas era para mayores de 16. EL TIRÓN DEL CUPLÉ La aceptación de las películas sobre el tiempo de los teatros de “varietés”, llevó a la producción de otras películas sobre ese género que también llegaron a las panta- llas solaneras. En 1964, el Cine Moderno ofrecía dos de esas películas. El 9 de febre- ro llegaba a su pantalla Y después del cu- plé, mientras que el 5 de julio del mismo año lo hacía Aquellos tiempos del cuplé. La segunda protagonizada por la cantante Lilián de Célis. Era la adaptación al cine Folklóricos, toreros y la censura del cine en La Solana 'La Reina de Chantecler' se estrenó en 1962.

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