LaSolana_N303_Diciembre2023

Gaceta de La Solana 44 Agricultura La cooperativa Santa Catalina mira al futuro ADN solanero La alcaldesa, Luisa Márquez, tuvo palabras de aliento a la en- tidad vitivinícola. “La cooperativa Santa Catalina es el reflejo del ADN solanero. Lo que sois es gracias al trabajo, sacrificio, tesón, ilusión y voluntad para llevar el nombre de unos vinos y de nuestro pueblo por toda la geografía”. La regidora volvió a recalcar que La Solana es un pueblo agrícola y que el campo es el motor de progreso económico y social. Por eso, alabó que haya tantos jóvenes en la cooperativa, a los que tendió su mano. “Trabajemos juntos porque nuestro campo siga siendo un medio de vida y seamos un pueblo referente en el relevo generacional”. Vaticinó un gran futuro a la entidad. G abriel J aime E l calendario venía perfecto este año, ya que el 25 de noviembre, día de Santa Catalina, era sábado. Oca- sión perfecta para celebrar la presentación de los vinos jóvenes de la cooperativa, esta vez con una cena en Restaurante Velber en lugar de una invitación en la pro- pia bodega. Casi medio millar de comensales, entre socios y acompañantes, se reunieron para probar los caldos de la nueva añada, y de paso hablar del presente, y sobre todo del futuro de la veterana entidad vitivinícola. El presidente de la cooperativa, Pedro José Martín-Zar- co, pronunció un breve discurso para agradecer la labor que desempeñan todos los eslabones que componen la coopera- tiva: consejo rector, trabajadores y por supuesto, los socios. “Queremos implicar a todos en esta gran familia y atraer especialmente a los jóvenes y a las mujeres”. También hubo un agradecimiento especial para un socio que colabora direc- tamente en la entidad, como es Miguel Romero Torrijos, que recibió un detalle. Rosado y mistela, las novedades El catálogo de vinos de la cooperativa estaba sobre la mesa. Fue el propio gerente y a la vez enólogo de la coope- rativa, Rafael Bermejo, el encargado de explicar cómo llega esta añada, caso de los blancos de las variedades verdejo, airén y sauvignon. En cuanto a los tintos, se dispensaron los del año anterior porque todavía no estaban a punto los nuevos. “Son vinos con un gran paso en boca, muy frescos”, destacó. Pero había expectación por catar las dos noveda- des de este año, un vino rosado y una mistela, que debutan como apuesta de diversificación. Cientos de socios probaron los vinos en la cena celebrada en Velber. La alcaldesa elogió la labor de la cooperativa Santa Catalina.

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