GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 302

Gaceta de La Solana 54 Fotos de antaño Familia solanera antes de la partida H e aquí una familia solanera de lo más tí- pica, que posa para la cámara en su do- micilio. Eran los años sesenta y quizás en ese momento no sabían que tendrían que emigrar a buscar un mejor futuro fuera de su pueblo natal. Tal es el caso de esta familia, Izquierdo López, que en el año 1974 hizo la maleta y se marchó a To- rrejón de Ardoz (Madrid). En esta foto aparecen en su patio de la casa familiar en la calle Cirujeda, junto a aquellos típicos macetones y las no menos clásicas pilistras. Ellas son Águeda y Gabriela, y ellos Pedro Gabriel e Ignacio. El ‘estreno’ de Santiago Romero de Ávila C incuenta y cuatro años largos tiene esta fotografía. Era el 25 de julio de 1969, día de Santiago. Y qué mejor que la onomástica del patrón para premiar a otro Santiago, en este caso nuestro laureado poeta Santiago Romero de Ávila García-Abadillo. He aquí el momento en el que lee su traba- jo La Solana, presente y futuro , que ganó el certamen de prosa en el concurso de feria. Fue su primer premio literario. Desde entonces, su pluma se fue extendiendo por toda España, de- jando su impronta de escritura fértil y recogiendo un carrusel incesante de galardones. Desde el año 2010 es Hijo Predilecto de La Solana. Herreros de hoces L a Solana ha sido -y sigue siendo- el municipio donde más hoces se producían de toda España. Pocas hoces que no fueron solaneras segaban la mies de Andalucía, la huerta valenciana o el taba- co extremeño, por cintar algunos destinos. Aquí tie- nen una de aquellas fraguas de antaño, en concreto la de Ramón Santos-Olmo G-Pimpollo “Marquitos”, situada en la calle Alhambra, hacia los años 40 del si- glo pasado. Producían la marca El Gallo , que fundó a finales del siglo XIX Vicente Santos-Olmo Barre- ra. Aquellas fraguas desaparecieron. Solo queda una, donde Acisclo Reguillo sigue produciendo hoces La llave , además de La pajarita , que hace miles de hoces diarias en su fábrica del polígono industrial, la mayor parte para exportación. Aunque adaptada a los tiem- pos, la tradición continúa.