GACETA DE LA SOLANA 301

Gaceta de La Solana 29 Entrevista: como el bar del ‘tubo’, junto al míti- co cine. “Ahí se hicieron las primeras hamburguesas y perritos calientes del pueblo”, recuerda. Fue un pionero en esta parcela y tres años después, en 1982, fundó Burger Chato’s, en la ca- lle Merced, de alquiler. Tan bien fue la cosa que ese mismo verano abrió en el parque El Pájaro Loco y en 1987 compró un inmueble en la calle Pilas con un nuevo y modernísimo Burger Chato’s. “Venía gente de fuera a ver el famoso vídeo de Sabrina en la piscina porque solo yo tenía antena parabóli- ca por entonces”. Eran tiempos de ex- pansión y venta masiva. “Vendíamos 1.200 sandwich y perritos a la semana, y no exagero”. Circunstancias de la vida, incluida alguna operación equivocada, torcieron las cosas. El negocio decayó y las apre- turas llegaron. Antonio surfeó aquellas olas como buenamente pudo y aún tuvo tiempo para seguir recordando viejos laureles. A mediados de los 90 abrió El Baúl, donde años antes marcó tendencia la mítica discoteca Pelefán. Fue el canto de cisne hostelero de un hombre al que varias úlceras varicosas en la pierna le obligaron a prejubilarse. Algo atado psicológicamente a su pasado, y a una condición de futbolista frustrado que no acaba de superar, El chato se refugia en su día a día, salien- do a la calle en busca de conversación, de compañía, de recuerdos. Y mientras algunos pollos comienzan a retostarse, todavía tiene tiempo para pensar en qué parodia sacará el próximo carnaval. Quizás una de futbolista… Antonio Sánchez asando pollos esta pasada feria.

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