GACETA DE LA SOLANA 300 MAYO-JUNIO 2023

Gaceta de La Solana 88 Especial 300 Gacetas S e fue aquel tiempo tan feliz, necesa- rio, entrañable, de escribir cartas, de ponerse a la mesa camilla con varias cuartillas y un bolígrafo que nunca se acaba- ba, o se le ponía un recambio en aquellas li- brerías-imprentas que tanto frecuentábamos. Y con todo el tiempo del mundo a escribir; a la familia, al amigo de fuera, al estudiante in- terno, al soldado... La leíamos, la releíamos, la besábamos, y al sobre guardado entre las cosas queridas, con paseo entusiasmado al estanco a por un sello que pegábamos allí mismo, en el mostrador, charlando con el se- ñor o señora. Y hasta la próxima carta. Nos salió, como tantas veces, el pedacito de nos- talgia que llevamos tan dentro. A falta de cartas que recibir, hay que contentarse, y un poco más los que esta- mos fuera de La Solana, con recibir noti- cias desde nuestro pueblo querido a través de una publicación que ahora alcanza su número 300, en pleno verano y con la fies- ta de Santiago Apóstol en puertas. En épo- ca de pregoneros saldría ahora a nuestra hermosa Plaza Mayor, con su clásica es- tampa, anunciando con todo su brío y experiencia que la Gaceta de La Solana también celebraba su fiesta y redonda. Bueno, a falta de pregonero, nos encarga- remos todos de “pregonar”, los de dentro y los de fuera, que nos sentimos muy agra- decidos por llevar ya un buen montón de años leyendo historias de ayer o de hoy, entrevistas diversas, éxitos de todas cla- ses, fotografías de gentes que las guardan con todo su amor, o la sempiterna zarzuela de la que se habla en tantas partes... Por ejemplo, en Alcalá de Henares o Torrejón de Ardoz, donde agrupaciones de allí nos pre- guntan y quieren saber cosas de “la tierra de la rosa del azafrán”. Y ya nos gustaría saber, y a veces lo cuentan en sus cartas al director de Gaceta, qué les preguntan a nuestros paisanos en Alicante, con la bella Altea a la cabeza, en Riudoms o en tan- tas poblaciones de Madrid. La conserje del edificio donde vivimos, que es colombiana, y lee de todo, nos pide de que le dejemos “la gran revista de tu pueblo porque me gusta más que las típicas que me dejan, la veo más humana e interesante”. ¡Muchas gracias, señora! En ocasiones, nos la da ella de manos de la cartera que trabaja por la zona (hubo carteros de La Solana mo- viéndose por la ciudad cervantina, y hasta hace poco, Gregorio Salcedo, “Goyo” para todos, con su vespa y todo, y los domingos, como árbitro. Bravo). Y palabras, al fin, para quienes hacen esta Gaceta tan bien elaborada, trabaja- da y coloreada. Gente joven, reporteros que demuestran ganas y oficio, amén de ofrecernos tantos actos culturales, deportivos, religiosos, o de cualquier ámbito como se programan en la ac- tualidad. Sentimos, y nos duele, cuando leemos algo triste, pero hay que ser op- timistas siempre, y tratar de mejorarlo. ¡Cuánto les hubiera gustado a los que no conocieron la Gaceta el haberla re- cibido! Tiempos en los que, con tanta ilusión, leíamos aquellos programas de feria, con fotos del bello Parque Muni- cipal, su pozo blanco, arcos, la caseta del guarda... Y a esperar la ansiada feria. Seguro que todos guardamos muchos de aquellos libritos llenos de tipismo sola- nero, anuncios de comestibles, de vino, tiendas de confección, de tejidos... Aho- ra, también los vemos, y nos gusta, que muchas generaciones continúen la saga. Sería algo grande tener en nuestras casas una biblioteca de Gacetas en un destacado rincón, a mano, para consultar de vez en cuando alguna página que hay que volver a leer, o una fotografía familiar tomada en día inolvidable... O volver a ver, más despacio, cómo era nuestro pueblo, la plaza, los cines, iglesias y conventos... Y otras personas que ya no están, pero gracias a este gran libro bimestral llamado Gaceta puede que nuestro recuerdo sea un poco el de todos. De dentro y de los que salimos un día lejano ya. Y la Gaceta en la maleta también. ¡Galana de La Solana! Luis Miguel García de Mora Alcalá de Henares Ya no hay cartas en el buzón; nos queda La Gaceta