GACETA DE LA SOLANA 300 MAYO-JUNIO 2023

Gaceta de La Solana 86 Especial 300 Gacetas T odos recorremos el mismo camino para llegar justamente donde los ac- tos que realizamos se convierten en entrega para los demás. Pensar en el pasado, es rebobinar los recuerdos y atraer puntuales momentos que han significado cambios importantes en la forma de pensar que hemos tenido en nuestra vida. Recuerdo, y del mismo modo algún amigo también podrá rememorar las pala- bras que siguen sonando por mi mente en aquel 20 de noviembre de 1975, cuando re- unidos en el parque municipal toda la cua- drilla de amigos, le preguntamos a un com- pañero lo que había sentido al tener noticias de lo sucedido. Él nos dijo, con fuerza y con- vencido de su pasión: VIVA LA REPÚBLICA. Todos nos miramos, casi asustados por la rotundidad de su respuesta. Aquel Viva la República resonó en nuestros oídos como un mundo desconocido para nosotros. Hoy, sobre la línea que nos ofrece la res- puesta de cada uno de los acontecimientos que vamos viviendo alrededor de ideales que sobreviven, he querido descubrir la verdadera cara de un sueño que vierte colores y reparte formas indefinidas. La forja de cada corazón nos llega moldeada con críticas inesperadas, sen- saciones que hacen volcar los primeros sentimientos, para volver a llenar el pen- samiento de claridades que nunca había descubierto. Desde aquel 1975 han ido recorriendo muchos destinos por la senda de nuestros años, y en cada encuentro con la realidad que nos surge, hemos aprendido que las razones tienen sus argumentos sobre la verdad, pero la verdad no es tuya ni mía, se pronuncia con mayúsculas y en cada ideología encuentra su fuerza. Son los razonamientos que nos entregaba aquel amigo, cuando nos mostraba una moneda, en la que por la gracia de Dios todos está- bamos marcados sobre el camino de unos sueños triunfalistas. Nos decía que Dios no podía abrazar solamente una vida, porque si todos somos hijos de Él, en qué espacio quedábamos la gran mayoría. Eran momentos de juventudes que comenzaban a sentir inquietudes po- líticas y culturales. Buscábamos en la sociedad el mejor espacio para llevar a nuestro pueblo más allá de una cerca de palabras dormidas. Y en ese camino em- prendido, se fueron amasando equipos para producir los necesarios argumentos y crear el eco de la cultura en todas sus vertientes. Aquellos amigos tomaron las riendas de la inmensidad, y en cada uno de los rinco- nes de La Solana fueron levantando los ar- cos inmensos de unas ideas de progreso, sin más política que sus deseos creativos. El trabajo asociativo creció en mitad de sus cosas, y de esta forma fueron apa- reciendo publicaciones, unas caseras, La voz de la esperanza otras que aún sobreviven como signo de La Solana, poesía, música, teatro, religión, en cada uno de estos apartados se hizo magia la entrega de aquella juventud, era la historia de un espacio que estaba por descubrir, la página inmensa de un argu- mento preparado para ser representado en la vida real por todos aquellos que han querido levantar los pedestales de la cul- tura en La Solana. Las banderas del mundo siguen repre- sentando cada una de ellas el flash de su identidad, y en los signos de la economía, la gracia de Dios se ha multiplicado para todos, porque todos tienen la voz de la es- peranza. Luis Romero de Ávila Prieto

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