GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 298

Gaceta de La Solana 10 Carnaval E l carnaval de La Solana dejó muchas imágenes llamati- vas. Algunas demuestran que el consumismo es enor- me durante esos días, y otras que hace falta regular ciertas costumbres si no queremos que se vayan de las manos. He aquí dos ejemplos que no entran en la ortodoxia de los concursos, los desfiles o el trasiego de máscaras y disfraces callejeros. Esencia del carnaval Consumismo y acampada Antonio el Chato. Paquillo, cantaor flamenco. Mesas llenas de consumiciones vacías el domingo de carnaval. 'Acampada' en la plaza. O tras imágenes car- navaleras tienen que ver con aque- llos aficionados de toda la vida, que son esencia pura de la fiesta. Hay muchos más, pero aquí traemos a dos estandartes de nuestro carnaval. Por un lado, el gran Paquillo, incombus- tible animador callejero durante estos días a sus 86 años largos. Por otro, el no menos popular Antonio ‘El chato’, otro carnavalero con- tumaz que se transforma cuando llega don Carnal. En estas dos imágenes vemos a Paquillo con el disfraz de cantaor flamenco y a El cha- to con una improvisada pa- reja de baile en la carpa. Por ejemplo, podemos ver mesas repletas de botellas y vasos vacíos en mitad de la plaza el domingo por la no- che. Atrás quedaba una jornada de mucho ambiente y un consumo desmedido, para alegría de los locales hostele- ros, por supuesto. Otra imagen refleja la ‘colonización’ im- provisada que muchos hicieron de la Plaza Mayor, como si de un picnic en el campo se tratara. Era difícil caminar ante tal cúmulo de sillas, mesas y demás enseres caseros. Convendría revisar esta ‘moda’, básicamente porque hay una ordenanza que cumplir y aquello que no se regula se acaba descontrolando.

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