GACETA DE LA SOLANA NÚMERO NÚMERO 296

Gaceta de La Solana 6 El Tema es algo especial porque, además de la asistencia a clase, se deben completar un total de 400 horas en empresas. “Es el complemento perfecto para que los alumnos conozcan cómo funcionan, se integren en el trabajo y desarrollen in situ todos los conocimientos adquiri- dos”. Los profesores recalcan que esto les sirve para madurar antes porque tie- nen unas responsabilidades mayores, ya que deben cumplir con unas tareas que posteriormente serán valoradas. Ciclos adaptados a la zona Los ciclos formativos que se implan- tan en cada centro obedecen a la deman- da profesional de la zona. La Atención a Personas en Situación de Dependencia o los Sistemas Microinformáticos y Re- des encajan prácticamente en cualquier sitio. “Porque en todos los lugares hay gente mayor o dependiente y también ordenadores. Lo que no tendría sentido es poner un ciclo de constructor de bar- cos en La Solana”, aclaran los docentes. La implementación de un ciclo rela- cionado con la fabricación metálica de hoces, por ejemplo, sería más factible. “Aquí hay empresas del sector y hay de- manda. Las propias empresas pedirían alumnos formados en esa especialidad”. También sería viable algún ciclo rela- cionado con la agricultura y, en cual- quier caso, módulos que se adapten al nuevo mercado laboral. Harían falta infraestructuras para las aulas y dotarlas de instrumental adecua- do. “No se puede tener un equipamiento obsoleto, hay que actualizarlo periódica- mente para ir con los tiempos”. Las ayudas del Fondo Social Europeo a la FP están dando sus frutos, aunque todo se puede mejorar. Y si nos ponemos a pedir, ¿por qué no algún ciclo de Grado Superior en La Solana? “Eso no sería un boom, sino una demanda, porque la mayoría de nuestros alumnos continúa su formación y se tiene que desplazar a otras localida- des”. Y no sólo se van a estudiar. “Muchos de ellos, cuando terminan, se quedan allí tras completar las prácticas”. Arma contra la despoblación El impacto económico que gene- raría un nuevo ciclo sería importante. “Vendrían otros alumnos que dejarían su dinero aquí en concepto de vivien- da, comida o servicios”. Julián y Mar- cos piensan que se trata de dotar a las zonas rurales de una formación que posteriormente genere empleo en la co- marca. “Esto serviría para combatir la despoblación”, afirman. Todo un alegato contra la llamada ‘España vaciada’, que en La Solana no es un problema aún se- rio por razones de entidad poblacional, pero podría serlo. Soñar no cuesta, pero ponerlo en marcha sí. La inversión sería cuantiosa y habría que preguntar a la administración por su viabilidad. El caso es que la Formación Profe- sional ha cobrado una importante re- levancia para el mercado laboral. Se ha convertido en una alternativa cada vez más valorada y demandada. La “her- mana pobre” de la formación media o superior ya no lo es tanto. Más bien lo contrario. Los prejuicios siguen persiguiendo a la FP Julián y Marcos defienden a ultranza la Formación Profesional y ejemplifican su pujanza. “Ya no es el patito feo. Ahora se mira desde otra perspectiva porque se da una enseñan- za de calidad y tiene una gran inserción laboral”. Aun así, el 77 por ciento de los padres considera que todavía sobreviven prejuicios hacia la FP, pero sólo el 23 por ciento admite tenerlos. Lo dice el “II Estudio sobre la percepción de la Formación Profesional de ma- dres y padres”, elaborado por Caixabank Dualiza. Este estudio quería conocer el papel que los progenitores desempeñan en la elección de estudios de sus hijos y saber hasta qué punto condicionan sus estudios hacia los diferentes itinerarios formativos. Según el sondeo, cuanto más jóvenes son los padres, más partidarios se muestran para que sus hijos estudien FP, mientras que en familias con alto nivel de renta es don- de más comentarios negativos se registran hacia estas enseñanzas. El estudio tam- bién señala que casi 6 de cada 10 padres y madres encuestados aconsejan a sus hijos sobre sus estudios y cerca del 30 por ciento reconoce haber tratado de condicionarlos. Entre los prejuicios encontrados, figura la valoración de los alumnos universitarios (un 72 por ciento de los encuestados cree que se les valora más que a los estudian- tes de FP) o la demanda laboral (un 57 por ciento considera que las empresas sue- len decantarse más por estudiantes universitarios que por los de FP). Esto contrasta con la creciente tendencia de que los titulados de FP cada vez reciben un mayor número de ofertas, más que las que reciben los universitarios. También queda clara la necesidad de ofrecer más información sobre esta modalidad a las familias. Bien por prejuicios o por esa falta de información, entre otros factores, los profesores aseguran que todavía les envían aquellos alumnos que piensan que no sirven para hacer Bachillerato. “Antes existía un bulo que decía que el que no valía o no quería estudiar, terminaba en la FP. Yo soy un ejemplo”, dice Julián Alvarado. El docente recla- ma más educación sobre estas enseñanzas y revelar las salidas laborales. “Nosotros también queremos a los buenos estudiantes en nuestras aulas”, zanja. Varios alumnos en el taller de sistemas microinformáticos.

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