GACETA DE LA SOLANA NÚMERO NÚMERO 296

Gaceta de La Solana 49 Caminar y contar se movía del suelo, y no porque atacaran los indios el rancho. Luego, al restaurar el cine y convertirlo en una especie de “Nuevo Cinema Cervantes”, durante dos años conoció, por suerte, los modernos, hasta que llegó la hora del adiós. Adiós al cine, aunque aún tuvo tiempo de des- empeñar, hasta su retirada definitiva, y gracias al Ayuntamiento, actual propie- tario del cine, una labor cultural junto a jóvenes con inquietudes diversas. Hay talleres de todo tipo. Y hemos quedado un día para seguir charlando de cine, de tanto cine. Y de teatro, de zarzuela, de cantaores que co- noció, como Molina, Farina, Valderra- ma…De películas de éxito, con llenazo, o de funciones especiales como aquella de 1972, a beneficio de las víctimas del terremoto de Nicaragua, con la proyec- ción de la película Grandes amigos , y con todo el pueblo colaborando. Tanto, que nos ha vuelto ahora –y siempre– a la memoria, al corazón, a la cajita guardada muy dentro llena de cosas inolvidables. Como el ir al cine, sencillamente. ¡Ah!, y otra aparición de nuestro protagonista: el verlo, los viernes, volver de la estación de auto- Diego junto a Juan Martín de las Mulas, que trabajó con él. buses con el carrito lleno de sacos con películas dentro. O en su moto, trans- portándolas camino del cine de verano. También jugaba en el equipo de La So- lana, de extremo. Volaba por la banda. Y volaba, claro, para volver al cine. Luis Miguel García De Mora

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