GACETA DE LA SOLANA 294

Gaceta de La Solana 92 Nuestra historia ÚLTIMO REGRESO DE LA PATRONA POR EL CAMINO Septiembre trajo de nuevo a la Vir- gen de Peñarroya a La Solana. Lo hizo por última vez por el viejo camino, dando por finalizada una tradición de siglos y comenzando un nuevo itine- rario a partir del siguiente año. En el Ofrecimiento de 1972, en el que to- davía se celebraba la pólvora la noche del domingo cuando finalizaba la puja, se recogieron 205.000 pesetas, con un incremento de 32.129 respecto al año anterior. Aparte de la marcha al Castillo, vuel- ta a la localidad y el domingo del Ofre- cimiento, las únicas actividades que se celebraban entonces eran el novena- rio, que ese año predicó el sacerdote solanero Jaoquín Alhambra Delgado, y la procesión final. POCOS VENDIMIADORES Tras las celebraciones de la vuelta de la Virgen llegó la vendimia, que es año tuvo escasez de mano de obra. Además, hubo otro problema con la pudrición del fruto en algunas zonas. Las tabillas de las bodegas comenzaron con precios de 40 céntimos grado, con una graduación baja inicialmente que estuvo sobre los 11 grados. EL 29-0 Y EL 20-N Dos fechas que se conmemoraban en aquellos años eran el 29 de octubre y el 20 de noviembre. La primera con- tó con un acto en la Casa de Cultura, donde pronunció el discurso del XXXIX aniversario de la fundación de Falange Española el delegado provincial de la Familia, Carretero Perales. La segunda fecha, recordando el fusilamiento del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, se celebró con un fu- neral y ofrenda en la Cruz de los Caí- dos, entonces colocada a los pies de la torre. CAMBIO DE PÁRROCO Noviembre trajo cambios en los res- ponsables de la parroquia de Santa Ca- talina. El titular, Juan de Dios Mendoza Jiménez, fue trasladado a Alcázar de San Juan y tomó posesión en su lugar Emiliano Villalta Moreno, que llegaba desde Fernán Caballero. Y el año 1972 se despedía con una auténtica fiebre futbolística, cuando el equipo solanero comandaba el grupo de la Tercera Re- gional, ofrecía buen juego y goleadas cada tarde en La Moheda. El ascenso llegaría la primavera siguiente.