GACETA DE LA SOLANA Nº288

Gaceta de La Solana 77 La Gaceta Deportiva A urelio M aroto A la vera de Nervión, un solanero ruge. Sobre el césped ya le apo- dan ‘El Terrible’, y con razón. Sus goles, como los soles de su pueblo, iluminan las tardes sevillanas. Se llama Iván Romero de Ávila Araque (La So- lana, 2001) y su luz brilla cada vez más junto al Pizjuán. La próxima temporada seguirá teniendo ficha con el filial (1º RFEF), aunque ya hace la pretemporada en el Sevilla FC, a las órdenes de Julen Lopetegui. Iván atiende a GACETA con la ama- bilidad que le adorna. Dice que es el mismo chico que entrenaba con sus primos Antonio y Fran, que madrugaba para ver a su padre en los partidos de aficionados por el terregal de La Mohe- da, que obedecía las órdenes de David Sancho, Manolo Ladero o Jose López en la escuela de fútbol… Solo ha crecido en edad y ha moldeado su físico, pero es Iván de siempre, el que ansía llegar a la élite. “Mi sueño es jugar en Primera División, y si es con el Sevilla, mejor”, asegura. De momento, ya conoce el vestuario del Sevilla ‘grande’. Hace dos años viajó a Chipre para un partido UEFA contra el Apoel, aunque su primer gran día llegó el pasado 2 de diciembre, cuan- do entró en la lista para el partido de Champions contra el Chelsea en el Sánchez Pizjuán. “Cuando me llama- ron para concentrarme creía que era una broma”. “Fue impresionante com- partir vestuario con esos futbolistas”. No olvidará el trato de estrellas como Oliver Torres, Munir o Aleix Vidal. “Aprendes de cada detalle”. Iván sigue en modo esponja. Con 19 años bebe de cada fuente. “Quiero demostrar que puedo ser uno de ellos y hay que estar preparado”, dice con verbo resuelto. Lopetegui ya lo tiene en su radar. “Me dice que trabaje siempre igual, que no deje de trabajar”. Y claro, cuando el talento está, el trabajo suele hacer el resto. Atrás queda una carrera tan incipien- te como intensa. Salió de La Solana con 14 años rumbo al Albacete Balompié, donde pronto destacó en el cadete y el juvenil nacional. En el verano de 2017, David Escobosa, su representante de siempre, le habló del interés del Sevilla. Dicho y hecho. Por estas fechas viajó a la capital hispalense con sus padres, Bican y Andrea, y su hermana Alicia. “Dimos un paseo y vimos la Giralda por pri- mera vez; estaba nervioso…”. Se instaló en la residencia ‘Rosario Valpuesta’, en el barrio de Montequinto. Allí conoció a Juan Andrés, un chaval de Córdoba, con el que compartió dos años de habi- tación y confidencias. Comenzó en el Juvenil B, en Liga Na- cional. “No jugué los dos primeros parti- dos”, recuerda a modo de anécdota. Pero Carlos Sánchez y Paco Peña no tarda- ron en darle confianza. En la temporada 18/19 subió al Juvenil A, ya en División de Honor, donde se hizo titularísimo con Alejandro Acejo. Al año siguiente marcó 23 goles en la máxima categoría junior y le abrió las puertas del Sevilla At. Esta temporada ha terminado de explotar en Segunda División B, a las órdenes de Paco Gallardo. Acabó la liga con 12 dianas, el tercer cañonero de la categoría a nivel na- cional. Y, por supuesto, el más joven. Mientras, Iván vive el magnetismo de Sevilla y el hechizo del sevillismo. “Ese sentimiento se coge en seguida”, admite. Y sentirse bien donde te tratan bien hace las cosas más fáciles. Sevilla es su casa y el Sevilla su gente. A orillas del Guadalquivir escucha tecno, juega a la play y espera con ganas la próxima entrega de Fast & Furious. Pero, sobre todo, piensa en fútbol y tiene hambre. Le gusta el balón tanto como los maca- rrones de su madre. Iván Romero, “el de La Solana”, como le gusta decir, ya es presente. A poco que el dios del fútbol le sea propicio, las puertas del futuro las tiene abiertas de par en par. Un solanero ruge en Nervión Iván Romero crece en el Sevilla FC y ya es una de las perlas de su cantera Iván Romero en la Plaza Mayor.

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