GACETA DE LA SOLANA Nº288

Gaceta de La Solana 48 Cultura El papel de la comunidad educativa Ángel Sancho pone el acento en el com- portamiento de la toda la comunidad educativa en este año tan complicado. Su comprensión ha sido decisiva. “Destaco, sobre todo, el compromiso y respaldo de alumnos, profesores y del sistema”. A pesar de la merma de matrículas, la escuela contó con total de 322 educan- dos repartidos entre las disciplinas de coro, danza y las distintas especialida- des instrumentales. Aun reconociendo que “el miedo es libre”, confía en norma- lizar la situación en todas las actividades de cara al nuevo curso. La EMMD resistió las embestidas del Covid G abriel J aime “ Difícil, atípico y lleno de incerti- dumbre”. Así fue el último curso de la Escuela Municipal de Música y Danza, en palabras de su director, Ángel Sancho Moraga. El ciclo arrancó con un 20 por ciento menos de matrículas con respecto al año precedente y dudas por doquier ante la alargada sombra de la pandemia. El centro solanero hizo fren- te a la Covid con un estricto protocolo, mientras otros del entorno optaron por el cierre total o parcial de sus doctrinas, por ejemplo Manzanares o Membrilla. Las incógnitas se acrecentaban a medida que evolucionaba la situación sanitaria. “¿Acabaremos el curso?, ¿Nos cerrarán?... eran preguntas que nos ha- cíamos todos, pero finalmente hemos podido terminar sin haber tenido que confinar ningún aula”, recalcó el direc- tor tras los dos festivales de clausura, celebrados los días 21 y 22 de junio en el Tomás Barrera. Las medidas de seguri- dad se han extremado en todo momen- to. El potente sistema de refrigeración de la escuela jugó un papel esencial. Funciona como el de los hospitales y re- nueva el aire sin necesidad de tener que abrir las ventanas. Alumnos de música en la audición fin de curso. Un momento de la exhibición de danza.

RkJQdWJsaXNoZXIy NTEwODM=