GACETA DE LA SOLANA Nº288

Gaceta de La Solana 16 Ha sido Noticia G abriel J aime L as fiestas de barrio post pande- mia son dulces, muy dulces. El Covid-19 ha reinventado las ce- lebraciones que organizan cofradías y hermandades para impulsar sus econo- mías. Ahora, los colectivos religiosos se dedican a vender productos de nuestra típica y genuina cochura con el fin de generar ingresos en sus arcas. El peque- ño comercio de merchandising y la re- cogida de donativos particulares sirven para complementar los beneficios. Atrás quedaron las verbenas y pujas que congregaban a la muchedumbre al son de los hits del verano. En el mo- mento más amargo de nuestra historia reciente, endulzamos nuestros pro- blemas con suspiros, porrazos, flores, roscas de nuégados o brazos de gitano, previo encargo. Santa Quiteria volvió a quedarse huérfana de verbena otro año más. Tampoco hubo procesión por las calles del barrio. Y por supuesto, no se ins- talaron atracciones en su denominada ‘feria chica’. La Hermandad del Santo Sepulcro y Soledad de la Virgen recau- dó 4.818 euros con el nuevo y dulce método financiero. Tan sólo celebró una eucaristía en la parroquia de San Juan Bautista, previo traslado de su ti- tular, y una exposición del Santísimo en su ermita. El barrio del Calvario estuvo más vacío que nunca. A la ausencia de fies- tas, se le unió el exilio obligado de la Virgen de las Angustias, que permane- ce en la iglesia de Santa María desde el mes de diciembre por el mal estado de su ermita. El templo del Parterre aco- gió los cultos religiosos. La cofradía re- cibió numerosos encargos de cochura que, junto a los donativos, se convir- tieron en una inyección económica de 6.200 euros. En ausencia de verbenas de barrio A las cofradías no les amarga un dulce Directivos del Santo Sepulcro en la puerta de Santa Quiteria. Directivos de la hermandad de las Angustias en la misa de Santa María.

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