La_Solana_n283

Gaceta de La Solana 33 Cultura J avier R uiz E n marzo se cumplieron 90 años del estreno absoluto de ‘La rosa del azafrán’ en Madrid. Con tal motivo, la ACAZ ha editado un libro de 140 páginas que incluye la evolución de la Semana de la Zarzuela desde su pri- mera edición en 1984. A lo largo de 26 apartados se abordan datos de interés, entrevistas y reportajes sobre la obra de Federico Romero, amén de un ‘InMemo- rian’ dedicado a Julián Simón, el alcalde con el que arrancó la Semana. En esa pre- sentación, Luis Díaz-Cacho hizo alusión a lo que llamó ‘horizonte 2030’, fecha tope para conseguir la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Una Semana de la Zarzuela virtual La ACAZ necesitó creatividad para orga- nizar la 37ª Semana de la Zarzuela. Sin escenificaciones en vivo ni actuaciones presenciales por culpa de la pandemia, se optó por un formato virtual, que incluyó reposiciones, entrevistas e interpretacio- nes online. Al menos, la Plaza Mayor pudo albergar una original exposición con los carteles que han jalonado el festival lírico desde su arranque en el año 1984. Noventa años de ‘La rosa del azafrán’ La ACAZ ha tirado de creatividad este año. Portada del libro. la siguiente función”. La sincronización con los artistas debe ser incondicional y para eso “hay que estar muy concen- trado y pendiente del libreto”. “Puedes tirar una obra al suelo si no estás aten- to”. “Imagina que dejas a los personajes a oscuras…”. “Cada pieza es fundamen- tal en el engranaje, los artistas tienen su papel y nosotros el nuestro, somos un equipo que vamos al unísono”. Confiesa que no teme a las tablas, aun- que se siente mejor detrás de ellas. “No tengo miedo escénico y si tuviera que salir lo haría, pero lo mío son los bas- tidores y ahí seguiré”. En un hipotético caso, estaría sobradamente preparado, tanto en la parte teatral como en la lí- rica. Eso sí, reconoce que “canto muy mal, pero me se casi todas las canciones y muchos diálogos; al final, te aprendes el libreto casi como el actor”. Desde sus comienzos y hasta hoy, todo ha evolucionado. Los medios, las in- fraestructuras en los teatros y los es- cenarios han dado un gran salto. Atrás quedaron algunos momentos de penu- ria, “especialmente en espectáculos al aire libre, que son más complicados”. Recuerda un día de fuerte ventolera en Membrilla: “el viento era tan fuerte que los bastidores hacían de velas, como en un barco, y levantaban el escenario con todos encima”. Momentos de angustia que no se olvidan, “toda la tramoya estábamos por detrás tirando con cuerdas y sujetan- do. Tuvimos que rajar las telas para que soltasen vientos”. Gajes del oficio… Ahora, la pandemia también ha sacu- dido a la 37ª edición de la Semana de la Zarzuela. “Estamos al revés, nos falta algo”. “Después de 36 años trabajando a tope se echa en falta esa vorágine”. Así lo corroboran todos los miembros de la ACAZ, con la esperanza de que el año que viene todo vuelva a la normalidad. “Ojalá podamos estar otra vez en el tea- tro, con nuestros nervios a flor de piel: y si es posible, con algún estreno”. Pepe Simón -dcha- junto a los tramoyistas en el antiguo Teatro Cervantes.

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