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Gaceta de La Solana 23 Reportaje Un tipo muy cabezón El promotor de esta aventura enfati- za que han venido para ayudar. “Te- nemos una tierra maravillosa y unos productos extraordinarios; nos falta promocionarlos”. Esas catas, esas jornadas o esos talleres que desean organizar servirán, precisamente “para contribuir a la promoción de las muchas y excelentes empresas agroalimentarias que tenemos en La Solana”. Escuchando sus palabras y viendo su entusiasmo, da la sensación de que la futura asociación gastronó- mica no es fruto de un calentón. Qué va. Más bien es producto de una seducción. De momento, el vino es la excusa y el piloto recono- ce que ya no dejará el volante. “Soy muy cabezón”, insiste. Proceso tradicional En cuanto a la materia prima, los ‘aso- ciados’ han vendimiado uva especial- mente seleccionada, siguiendo patro- nes poco habituales por estos lares, como cuenta Julián. “Vendimiamos a primera hora de la mañana, la uva se recoge en cajas, seleccionamos los racimos y molturamos de inmediato”. Lo hacen al estilo tradicional, pisando la uva como en los antiguos lagares. El control de calidad lo capitanea Vicen- te, de acuerdo con su autodidactismo. “El año pasado ya hice algo de airén y tempranillo y tengo algún cono- cimiento a base de ver y leer”. Natu- ralmente, se comprueban parámetros tan básicos como el grado, la acidez o el PH, amén de revisar al milímetro la calidad del fruto que entra en la pren- sa. Prefieren no poner fecha a la sali- da de sus primeros vinos. El objetivo es tener el verdejo hacia Navidad y el chardonnay, que reposará en barrica, un poco más adelante. “Queremos hacer un vino de autor y con mucho mimo; nuestro mayor error sería la impaciencia”. Complemento, no competencia ‘Los Enredas’ nacen sin ánimo de lu- Uva recién vendimiada y seleccionada en cajas La elaboración del vino es totalmente artesana cro, y lo quieren dejar claro. No ocul- tan que desean embotellar y, llegado el caso, fundar una marca. Sin embargo, descartan comercializar, que ya lo ha- cen las empresas. “Sólo buscan ayudar en esa promoción, como complemen- to, no como competencia de nadie”. Y si ahora es el vino, el propósito es dar un paso más. “Hacer vino es poner la pica en Flandes, pero queremos for- mar una asociación en regla que sea el trampolín para el desarrollo de más productos artesanos de La Solana”. Ideas no faltan, y la primera tiene que ver con la génesis del proyecto: “esto no es un club privado”. O sea, se tra- ta de seguir captando gente al tiempo que involucran al resto de la sociedad. ¿Cómo? “Queremos organizar catas, jornadas gastronómicas del puchero, el tiznao, las gachas o cualquier otra receta típica de aquí”.

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