Solana281

Gaceta de La Solana 9 Ha sido Noticia G abriel J aime N o todos los héroes frente al coronavirus son sanitarios. Hubo muchos que pasaron to- talmente desapercibidos, anónimos que batallaron en silencio los estragos del Covid-19, solidarios y desprendidos al servicio de los demás. Gente corriente. De profesiones variopintas y también parados, jubilados, amas de casa, estu- diantes… Quijotes del siglo XXI ante un insólito desafío. La pandemia se extendía por el país. Los políticos se tiraban –otra vez- los trastos a la cabeza en lugar de aunar soluciones. El tsunami de contagiados y de fallecidos se propagaba velozmen- te ante una sociedad tan amedrentada como indefensa. Ante la incertidum- bre y el desosiego surgieron adalides. A grandes males, grandes remedios. El fatídico virus encontró una resistencia numantina en La Solana. Un grupo de solaneros y solaneras de- cidió hacer frente a la situación. Apoya- dos en las redes sociales, se ofrecen para mitigar las primeras consecuencias de la pandemia. Se precisaban EPIS (Equi- pos de Protección Individual) o sea, mascarillas, batas, pantallas… La tropa incrementaba efectivos y pronto alcan- zaría la treintena de integrantes. Se hi- cieron llamar ‘Voluntarios de La Solana’. Desde el primer momento, trabaja- ron en perfecta coordinación con las autoridades municipales y con las ins- tituciones sanitarias. Vecinos a título particular, con más de una veintena de costureras, se unieron al proyecto. Más de una docena de empresas locales se unieron sin fisuras. Aparecieron los primeros titanes con nombre propio. Pepe Tercero abrió la lata en las redes. Miriam López y An- tonia Muñoz ocuparon sus puestos de lugartenientes. El trío de ases comenzó a visibilizar las muestras de solidaridad que llegaban a borbotones desde diver- sos puntos de la localidad. El conocido bodeguero Santiago Romero de Ávi- la sufragó la compra de los primeros materiales que sirvieron para confec- cionar 25.000 mascarillas. Gabriel Se- rrano ‘Malaño’ que regenta un taller de confección, también se volcó cortando la materia prima en su fábrica. O Ma- ría Romero Lara, que también se dejó manos y ojos cosiendo infinidad de ho- ras… Y tantas otras personas que em- pujaron cuando más falta hacía. El Ayuntamiento aportaría otros tejos posteriormente con los que se elabo- raron otras 18.000 mascarillas más. La Fundación Benéfica ‘Legado Bustillo’ hizo lo propio para sumar otro medio millar. Los voluntarios llegaron a pro- ducir más de 23.000 batas y cerca de dos mil pantallas, junto a cientos de man- guitos, gorros y otros accesorios. Unida- des que se repartieron primeramente Quijotes del siglo XXI La Solana exhibe una admirable vena solidaria durante la pandemia Miriam López, Pepe Tercero y Antonia Muñoz, impulsores del grupo ‘Voluntarios La Solana’

RkJQdWJsaXNoZXIy NTEwODM=