Solana281

Gaceta de La Solana 63 Entrevista davía hay mucho desconocimiento. En realidad, los problemas de salud mental pueden generar problemas de salud físi- ca. Cuando no somos capaces de gestio- nar emociones negativas podemos so- matizar ese malestar y que se manifieste con enfermedades físicas. Del mismo modo, cuando tenemos problemas de salud física, dependiendo de cuál sea nuestra salud mental, esas patologías tendrán una evolución u otra. ¿Existe un perfil concreto de personas que puedan verse más afectadas por las circunstancias de esta crisis sanitaria? Sí. Serían aquellas que se han contagiado del virus y han tenido que mantener un aislamiento completo. También el perso- nal sanitario, que ha estado en primera línea, soportando una tensión tremenda, con mucha carga física y emocional. O el personal laboral que ha estado y sigue estando en riesgo, todas aquellas perso- nas que hacen atenciones al público, los cuerpos de seguridad, los cuidadores, las personas que trabajan en supermer- cados... Y las personas mayores, que al ser más vulnerables físicamente también pueden acabar más afectadas por esta si- tuación. Sin olvidar a las que viven solas o tenían enfermedades previas. Y, desde luego, las personas en situación de duelo, sea o no por el virus. ¿No haberse podido despedir de un ser querido como acostumbramos puede desencadenar consecuencias psicológicas? Sin duda. La ausencia de rituales de despedida, de no poder contar con ese acompañamiento social y compartir el dolor con los demás son aspectos muy importantes para sobrellevar mejor la situación. Ha habido casos de personas que ni siquiera han podido ver a sus se- res queridos, dificultando poder tomar conciencia de esa pérdida. Este tipo de circunstancias hacen que el duelo se pueda complicar más y llegar a conver- tirse en patológico. Muchos expertos en salud mental apelan a la resiliencia para afrontar las consecuencias derivadas de la expansión del coronavirus ¿Saldremos fortalecidos? Por supuesto, aunque veremos en qué medida. Creo que el afrontamiento a largo plazo va a tener diferentes varian- tes. Una parte de la población acabará afectada de una forma negativa y no volverá a la normalidad de antes. Otra parte no sufrirá cambios cotidianos y emocionales. Y un porcentaje saldrá fortalecido, desarrollando más recursos personales. Hay gente que hace de las crisis oportunidades para desarrollar más habilidades a la hora de enfrentarse a las dificultades. El coronavirus va a suponer un antes y un después, ¿también en la psicología? Creo que también. Ya se están produ- ciendo cambios. Los psicólogos nos he- mos tenido que poner al día en cuanto a las atenciones no presenciales, que su- ponen una dificultad añadida. Se pierde mucha información cuando no tienes a la persona delante.

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