GACETA DE LA SOLANA Nº278

Gaceta de La Solana 34 Semana Zarzuela Don Generoso susurra a Sagrario aquello de ‘Me ha escrito Cabrera...’ (general carlista) ‘Todavía me sigo poniendo nervioso’ Gregorio Uriel, el eterno Don Generoso, lleva 35 años ininterrumpidos haciendo zarzuela con la ACAZ G ABRIEL J AIME F ederico Romero escribió el libreto de ‘La rosa del azafrán’ fjándose en las gentes que habitaban La So- lana a principios del siglo pasado. To- dos los personajes de la inmortal obra están inspirados en gente que existió de verdad en la localidad. Todos menos uno, tal vez. “Por más que he buscado, todavía no sé de donde salió, si existió de verdad, si realmente estaba loco y en quién se fjaría el autor para crearlo”. Se trata de Don Generoso y lo dice el componente de la Asociación Cultural ‘Amigos de la Zarzuela’ que ha inter- pretado tal papel desde la fundación del grupo hasta la actualidad. Grego- rio Uriel González-Albo lleva más de treinta años, ininterrumpidos, dando vida a aquel noble anciano, trastornado de la cabeza porque había perdido toda su fortuna en la guerra, defendiendo la causa carlista. “Don Generoso es la persona más fe- liz de toda la obra. Vive en su mundo, piensa que todo es suyo, se vuelve loco porque pierde un hijo que fnalmente cree recuperar”. “Es el que mejor vive porque ‘pasa’ de todo”. Así lo defne Uriel después de haberlo encarnado do- cenas de veces. “Es un personaje serio y sensato porque aunque está loco sabe lo que hace y por qué lo hace”, recalca el intérprete. Desde que se creó la ACAZ no ha habi- do otro Don Generoso. Sólo él. Pero ad- mite que hay muy poco del personaje en Gregorio Uriel, “porque loco no estoy, creo”, bromea. “No me identifco para nada, yo lo interpreto y punto, aunque alguno me ha preguntado si realmen- te soy así” -vuelve a sonreír con soca- rronería-. Incluso le han llamado por la calle al nombre de Don Generoso y pidiendo disculpas por si ofendía, a lo que el actor recalca “No me da coraje, al contrario, me dará coraje cuando no me lo digan”. Un papel con miga Su papel tiene miga porque algún mo- nólogo todavía le inquieta “mira que lo he hecho veces, pero cuando arranco con ‘Castilla La Nueva, llanura rese- ca…’ y sé que detrás de mi sólo está el Juan Pedro de turno y delante más de quinientas personas mirándome, toda- vía me sigo poniendo nervioso”. Reco- noce que al principio había gente que se daba codazos para salir en primera fla, a fn de que los viesen sus familiares, pero Gregorio se identifca con el gru- po. “Disfruto mucho más en los coros, aparte que es más tranquilo y relajado, como en ‘ El dúo de la africana ’ del año pasado”, señaló. Cuando montaron ‘La rosa’ y le ofrecie- ron el papel aceptó sin pensarlo. Ahora, admite, le da más vértigo que entonces “porque temo quedarme en blanco”. Y es que no oculta que “cada año me cues- ta más trabajo aprenderme los papeles; cuando empecé tenía treinta y dos años menos, y eso se nota”. También hay una parte buena, “al principio, me tenían que pintar las arrugas y las canas, y aho- ra ya no”-vuelve a sonreír-. Comenzó colaborando de forma in- directa en la I Semana de la Zarzue- la cuando militaba en la Agrupación Folklórica ‘Rosa del Azafrán’. Después tuvo protagonismo dentro de aquellas primeras antologías cantando ‘La can- ción del pastor’. “Lo hice con un cordero de verdad en los hombros ¡que no paró de morderme la oreja mientras canta-

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