GACETA DE LA SOLANA Nº277

Gaceta de La Solana 36 Colaboraciones Caminar y contar David V. Muro, de los musicales a ‘Acacias 38’, cantó zarzuela en La Solana E n las afueras de Madrid ya no hay platós de cine como antes, que hasta iban a los cuarteles a bus- car extras para las películas de romanos y del oeste, como vemos a veces en las fotos de antaño de nuestra GA- CETA. Ahora lo que se lleva son las series de televisión, y a todas horas, una tras otra y de todos los géneros, cosa que se agradece. Y sus filmaciones están por ahí mismo; en Alcalá las vemos a menudo, otras entre… Pinto y Val- demoro, y un amigo y paisano nuestro, José Ruíz Pacheco, junto a su esposa, Magdalena Valacoracho Nisa, nacida igualmente en La solana, nos llevó hace unos días al mara- villoso mundo de ‘Acacias 38’ –cuatro años ya merendan- do con ellos—que se levantó en Leganés, esa población donde viven tantos de los nuestros. Bien. Nuestra idea era charlas, y lo hicimos, con David Venancio Muro, de quien habíamos visto series y algún musical como “El hombre de La Mancha” y, según nos contó el matrimonio mencionado, que era un buen can- tante lírico y, además, había cantado seis años seguidos –del 87 al 93—en nuestra célebre Semana de la Zarzuela. Y mientras nuestras acompañantes, que son fans de la no- vela desde el primer día, recorrían con Magdalena y José calles, la gran pensión, la hermosa pastelería La Deliciosa y sus bollos suizos con chocolate, las vajillas de la Cartuja de Sevilla, amén de salas y salones elegantes, nos invitó el campechano David a un rincón más sencillito por donde hasta vimos una máquina de escribir. Así que has tenido el honor de cantar zarzuela en la cuna de “La rosa…”. Y recuerdo perfectamente el teatro Cervantes, el esce- nario, los llenazos a diario, las felicitaciones del público a todos los actores, el gran ambiente que se respira por todos lados; ya nos lo había comentado tanto Antonio Amengual como José Tamayo, dos directores que tanto han hecho por la zarzuela. Sé que La Solana tiene una se- mana entera dedicada a ella y cómo la viven sus gentes, y me han dicho que tenéis un gran auditorio que causa impresión. ¿Cuántos años llevas como actor? Son ya treinta y cinco años en esta profesión, y he hecho casi de todo, clásico, en verso, mucha zarzuela con aquella “Antología” que estrenamos en el Nuevo Apolo de Madrid en el 95 y recorrimos Japón, Nueva Zelanda, Estados Uni- dos… Giras de seis meses, volvías y al poco estábamos en otra por Australia, Canadá o China, más las que hacíamos por Europa. Una gran experiencia, sin duda. David V. Muro y Jose Ruiz Pacheco en Acacias 38 David, ¿cómo es hacer un capítulo todos los días y ya cua- tro años? Muy duro, es levantarse a las 5 para estar grabando a las 7 y terminar sobre esa hora por la tarde. Luego una vez en casa, ponerte a estudiar hasta las 11 de la noche. Así se hace. Conozco a actores renombrados que han dicho ‘no’ a hacer un diario. ¿Qué te parecen Magdalena y José, ahora que no nos oyen? Nos conocemos bien y son dos personas buenísimas, que lo viven y ya han hecho muchas series y publicidad. Mag- dalena es muy atractiva y con los sombreros y trajes que le ponen aún más, y José, con quien canto La rosa del aza- frán en los descansos, es muy natural y ya ha hecho hasta cine. Y entre tanto y todo, terminamos hablando de su padre, el inolvidable actor Venancio Muro, cien películas que nos dejó muy joven, con 49 años. Dimos las gracias a José y Magdalena por hacernos pasar un día diferente, ya nos contarán cosas otro día, muchas, nuestro pueblo incluido. Luis Miguel García de Mora

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