GACETA DE LA SOLANA Nº277

Gaceta de La Solana 22 Reportaje Un pequeño mundo en el centro de La Solana La rehabilitación de los sótanos de la Casa de la Iglesia descubre un pasado escondido, lleno de historia y misterio Panoramica de una de las galerias restauradas B ELÉN L ÓPEZ ¿ Quién iba a decir que en un lugar como este podríamos encontrar sótanos de este tamaño? Con esta pregunta, Valeriano Jaime, presidente de la Hermandad de Santiago, nos re- sumió la restauración que se ha lleva- do a cabo para poder dar una imagen nueva a estos sótanos situados en la Casa de la Iglesia, especialmente el de Santiago Apóstol, que recibe el nom- bre del patrón de La Solana. Será el nuevo lugar de reuniones de la hermandad, que tan solo con diez años desde su creación ya tiene unos 350 miembros. Gracias a su aporta- ción, junto a la ayuda de la Iglesia y de la fundación La Caixa, se ha lleva- do a cabo la limpieza del sótano, que como dice el presidente “empezamos con todo desde cero, sin nada y poco a poco hemos conseguido todo esto, ya que en un pueblo como La Sola- na se merecía tener una hermandad cuyo protagonismo fuera el Apóstol Santiago”. En busca del ‘tesoro’ En 2011 comenzó la restauración de estos sótanos. Las paredes aboveda- das de aquellos lugares y sus suelos estaban repletos de escombros, tanto que casi no se podía pasar debido a las obras que se habían realizado en la parroquia porque sirvió de escom- brera durante este período. “Lo que se necesitaba era sanear esa infección de las humedades y generar un espacio íntimo para la oración”, indicó Ben- jamín Rey, párroco de Santa Catalina. Ahí fue donde empezó todo, haciendo una gran limpieza para poder disfru- tar de sus espacios. Rey señala que fue un recuerdo bastante bonito. En ese momento se encontraban en la Casa de la Iglesia unos chicos de un plan de trabajo, y que todos juntos bajaban a los sótanos a “encontrar el tesoro”. Recuerda haber paredes huecas, que al final resultaron ser túneles. “Empezamos con una maquinaria pe- queña y con un presupuesto también muy reducido que al final no ha va- riado mucho”, explica Valeriano Jai- me moviendo las manos para reflejar exactamente cómo fue aquella obra de esa gran envergadura y de la que también afirma que solamente llevó unos pocos meses. Poco a poco, las

RkJQdWJsaXNoZXIy NTEwODM=