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Gaceta de La Solana 53 Reportaje para los de 17”. Todo el mundo debe dar su consentimiento firmado y nunca ac- tuaría si el interesado estuviera bajo los efectos de alcohol o drogas. La zona debe estar bien rasurada y la piel hidratada. “Hago el tatuaje mojan- do las agujas en las tintas y metiendo los pigmentos con golpecitos a través de las máquinas, pero luego hay que cuidarlo e hidratarlo porque se des- gasta igual que la piel”. En el momento de la intervención se hidrata con vase- lina, agua y jabón. Un trabajo laborio- so y paciente. “Sólo comienzo cuando el cliente está plenamente convenci- do”. Y es que también tiene en cuenta la profesión. El tatuaje puede cerrar puertas en el mundo laboral. “Prefiero perder una venta a estropearle la vida a alguien”. Por ejemplo, en las fuerzas de seguridad del Estado no se permi- ten tatuajes en zonas visibles. Origen milenario Los tatuajes tienen un origen mile- nario, pero han evolucionado mucho, especialmente en las últimas décadas. “En los 90 se hacían motivos tribales, letras chinas, duendes y cosas sencillas”. “Ahora todo es más personal y hay mu- cho más realismo”. Existe una amplia gama de colores que enriquecen cada creación, y también la encarecen. “Son más difíciles de realizar y lógicamente son más costosos”. La asepsia es fundamental, faltaría más. Merino trabaja con tintas homo- logadas y agujas desechables que, una vez usadas, deposita en un contenedor especial, debiendo pagar un canon por su recogida. “La higiene es primordial y debemos tener el título de higiénico-sa- nitario, además de estar obligatoria- mente vacunados en tétanos y hepatitis B”. Conoce bien qué cuidados hacen falta, qué se puede tatuar y qué no. Su estudio de trabajo recibe controles sani- tarios periódicos. Atención de por vida Para mantener un tatuaje en perfecto estado hay que atenderlo permanente- mente, utilizando cremas hidratantes. “Alguna gente cree que sólo es al prin- cipio, pero hay que cuidarlo cada día porque también se desgasta”. A fin de cuentas, puede ser para toda la vida. O tal vez no. En la actualidad hay una técnica que permite tapar un tatuaje con otro nuevo. Es el ‘Cover Up’. Inclu- so se pueden llegar a eliminar definiti- vamente con un láser, un proceso más costoso. “Los tatuajes antiguos se elimi- nan completamente, pero los de color ofrecen más resistencia”. Por su estudio también pasan mujeres que han sufrido cáncer de mama para re- crear la areola del pezón. Para este traba- jo se vale de una especialista. “Ya hemos tratado a mujeres de toda la provincia”. Vicente está muy contento con la mar- cha de su estudio, el primero oficial en La Solana. “Muchos tenían que irse fue- ra así que un día se lo planteé a mi mu- jer y me dijo que adelante”. Hizo frente a una inversión importante, dedicando varios meses a la adquisición de maqui- naria y a los papeleos oportunos. Antes vino la formación y la especialización en una academia de tatuaje profesional en Madrid. Allí aprendió todo lo con- cerniente con la piel, el manejo de las máquinas y la técnica. Y esa formación ha de ser continua, “es importante para crecer profesionalmente y cada dos o tres meses hago cursos y voy a conven- ciones con tatuadores referencia para mantenerme al día”. Además de él, su pequeña empresa ‘El Galán Tatoo’ tam- bién da trabajo intermitente a otro ta- tuador y a un profesional del láser y el mundo del piercing. Sentirse un artista Vicente Gabriel Merino está muy con- tento con la marcha del estudio y se muestra agradecido por la confianza que depositan en él para lago tan per- sonal como tatuarse la piel. “Lo mejor es ver la gente contenta con el resultado porque me hace sentir orgulloso de lo que hago y es ahí cuando te sientes un artista”. A fin de cuentas tatuar es un arte, y como cada arte no es sencillo. Hay que saber trabajar en la piel humana con sumo cuidado. Hoy en día, casi cual- quier persona puede hacerse un tatua- je, da igual hombre que mujer y desde luego, no hay edad. Según las últimas estimaciones de la Academia Española de Dermatología, uno de cada tres es- pañoles de entre 18 y 35 años tiene un tatuaje. Y subiendo. ••• El Galán Tatoo en plena faena

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