La_Solana_n270_MayoJulio2018_baja

Gaceta de La Solana 101 Nuestra Historia con Juan Martin deel Moreno; Eusebio Camacho Villar; Diego Martín Alonsso Manzanares; Bernardo Joseph Palazios; y Juan Gallego Ordoñez; guardas; con Jo- seph Alfonsso fueron todos vezinos dee- sa dicha villa (La Solana) lo condujesen aessa carzel de ella [...]. La historia de este reo no termina en la cárcel. El documento es una orden para buscar, capturar y encerrar en la cárcel de La Solana a dicha comisión, ya que el juez culpa a la comitiva de la fuga. El motivo que alega el juez es digno de contar, ya que parece ser que el reo se fugó gracias a que pudo pisar una igle- sia, en concreto puede que Santa Catali- na. En esta época, la justicia eclesiástica era independiente de la justicia civil y cualquiera que se “acogiera” a un lugar sagrado podía dejar de depender de las condenas impuestas por órganos civi- les. En este caso, sabemos según pala- bras del juez lo siguiente: [...] y que haviendo llegado con el (reo) aesta villa antes deentrarlo en la carzel deella havia apellidado dicho reo Iglessia, por haverlo passado dicho Commissario y guardas por el portezuelo que llaman dela Iglessia Parrochial deesta villa [...]. Puede que el “portezuelo” que men- ciona dicho juez fuera alguna de las puertas principales de la iglesia de Santa Catalina, seguramente la puerta sur o de Santiago. Al pisar el reo zona eclesiástica la justicia civil ya no tenía poder sobre él, por lo que pudo apro- vechar para escapar de la comitiva. El juez, al ser consciente del suceso, man- dó este documento que conservamos en La Solana como orden para encarcelar e incluso expropiar los bienes del comi- sario y los guardias que formaron parte de la comitiva. Parece que fue un casti- go impuesto por el juez por ser dicho comisario y guardias culpables de pasar al reo por zona eclesiástica y, por ende, dar cabida a que pudiera escapar de la justicia. Lo curioso es que algunos de los guardias aplicaron la misma “estra- tegia” para escapar de la justicia, llegan- do a refugiarse en un convento para no poder ser capturados. En este caso, es probable que fuera el antiguo Convento de Trinitarios, hoy parrquia de San Juan Bautista de la Concepción. Menos suer- te tuvieron Juan Martín y Juan Gallego Ordóñez, que sí fueron encarcelados. De los demás guardias fugitivos tene- mos un fragmento que nos habla del refugio en el convento: [...] y que por la culpa que havia re- sultado contra dicho Commissario y guardas havia puesto pressos en la car- zel desta villa a dicho Comissario y de- los dichos Guardas, a Juan Martin deel Moreno y Juan Gallego Ordoñez por- que los demas se havian refugiado en el Convento deesta villa [...]. Los mencionados guardias, que pasa- ron a ser reos, fueron también expropia- dos de muchos de sus bienes, entre ellos caballos, armas e incluso puede que sus viviendas, pasando todo a disposición del juez y a la pertinente almoneda. Sa- bemos que los que se habían refugiado en el mencionado convento salieron de La Solana para escapar de la justicia, por lo que sólo encarcelaron a los dos guardias mencionados, Juan Martín y Juan Gallego Ordóñez. Gracias a este documento, sabemos que la cárcel de La Solana contaba con un alcaide llamado Juan Camacho, el cual se hizo cargo de la custodia de ambos hasta la sentencia. Una historia muy curiosa que muestra la riqueza del patrimonio documental solanero para un mejor análisis de los diferentes periodos históricos, que nos hacen comprender y tener un mejor conocimiento de nuestra Historia y Pa- trimonio, algo digno de su difusión y divulgación. Santos Galindo Díaz de los Bernardos

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